Poesía de la Generación del 27: Características, Etapas y Autores

La Poesía de la Generación del 27

1. La Edad de Plata de la Literatura Española

Los poetas de la Generación del 27 reciben este nombre por la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora, a quien admiraban profundamente. Se les conoce también como la “Generación de la Amistad” debido a los fuertes lazos personales que existían entre ellos.

2. Etapas de la Generación del 27

Se distinguen tres etapas principales en la evolución poética de este grupo:

  • Hasta 1928: La búsqueda de la poesía pura. Influencia de Bécquer y de las primeras vanguardias (ultraísmo, creacionismo). Influencia también de J. R. Jiménez en la búsqueda de la belleza absoluta, despojada de circunstancias personales (deshumanizada). Esta búsqueda estética les acerca a la figura de Góngora.
  • Hasta 1936: Poesía humanizada. Mientras Guillén y Salinas continúan cultivando la poesía pura, otros miembros del grupo se inclinan hacia una poesía más humana y apasionada, incorporando elementos del surrealismo.
  • Después de la Guerra Civil: Exilio y dispersión. La guerra marca trágicamente el destino del grupo. Lorca es asesinado. Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego permanecen en España. Miguel Hernández, considerado el epígono de la generación, muere en prisión en 1942. Salinas, Guillén, Alberti, Cernuda y Prados se exilian. Los temas dominantes en la poesía del exilio son la nostalgia de España, el recuerdo de los amigos muertos y el desarraigo.

3. Características de la Poesía del 27

  • Profundo conocimiento y admiración por los clásicos. Varios de ellos eran profesores de Literatura (Dámaso Alonso, Guillén, Salinas, Gerardo Diego, Cernuda).
  • Síntesis entre tradición y renovación (vanguardia). Logran un equilibrio entre el respeto por la tradición literaria española y la incorporación de las nuevas corrientes vanguardistas.
  • Equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, lo culto y lo popular. Su poesía combina la reflexión intelectual con la expresión de los sentimientos, y la estética culta con elementos de la tradición popular.
  • Importancia de la metáfora y la imagen. Desarrollan un lenguaje poético muy elaborado, que en algunos casos (Lorca, Alberti, Aleixandre) se acerca al surrealismo.
  • Ideología y visión del mundo. Comparten una visión pesimista de la vida y critican la represión ejercida por una sociedad alienante, dominada por la razón físico-matemática, que consideran dogmática y antivital. Defienden la vida, lo instintivo, lo espontáneo y lo natural. Se interesan por lo nuevo, lo diferente, lo raro y lo inocente. Es patente la influencia de Freud y la noción del inconsciente.

Autores Principales de la Generación del 27

Pedro Salinas (1891-1951)

Inicialmente influido por el vanguardismo, se interesa por los objetos de la vida moderna (automóvil, cine, luz eléctrica). En su etapa de madurez, el tema central de su poesía es el amor, como se refleja en obras como La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. En el exilio, su poesía adquiere un tono más dramático y preocupado (Cero, sobre la bomba atómica). Su último libro, Confianza (1955), es un recuerdo gozoso de la vida.

Jorge Guillén (1893-1984)

Máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras principales son Cántico y Clamor. Cántico expresa el entusiasmo ante el mundo y la exaltación de la vida (“El mundo está bien hecho”). Clamor da testimonio del dolor y del mal (injusticias, miserias, guerras): “Este mundo del hombre está mal hecho”.

Gerardo Diego (1896-1987)

Su obra se divide en dos vertientes:

  • Poesía de creación (o “absoluta”): De carácter vanguardista, influida por el ultraísmo y el creacionismo (Imagen, Manual de espumas).
  • Poesía de expresión (o “relativa”): Conecta con la lírica tradicional (El romancero de la novia, Versos humanos, Alondra de verdad).

Rafael Alberti (1902-1999)

  • Neopopularismo: Marinero en tierra, inspirado en la poesía tradicional.
  • Barroquismo y vanguardia: Cal y canto, donde aborda temas del mundo moderno.
  • Surrealismo: Sobre los ángeles, reflejo de una crisis personal.
  • Poesía comprometida: Durante la República, escribe poesía de compromiso político (Poeta en la calle).
  • Exilio: Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná.

Luis Cernuda (1902-1963)

En Placeres prohibidos (1931) se aprecia la influencia del surrealismo. Donde habite el olvido muestra una poesía intimista y austera. En 1936 reúne toda su poesía bajo el título La realidad y el deseo, que incluye su producción del exilio (Las nubes, Vivir sin estar viviendo, Con las horas contadas y Desolación de la quimera, póstuma, en 1962).

Vicente Aleixandre (1898-1984)

  • Poesía anterior a la Guerra Civil: Espadas como labios y La destrucción o el amor. Expresan, con tono pesimista, el ansia del poeta de fusión con la naturaleza.
  • Primeras etapas de posguerra: Sombra del Paraíso (1944) supone el resurgimiento del surrealismo de preguerra. Historia del corazón (1954) marca una rehumanización de su poesía.
  • Poesía de senectud: Poemas de consumación (1968), donde predomina la reflexión y la meditación.

Federico García Lorca (1898-1936)

  • Neopopularismo: Libro de poemas, Canciones y Poema del cante jondo.
  • Poema del cante jondo: Temas del amor y la muerte en una Andalucía trágica.
  • Romancero Gitano: La frustración y el destino trágico, el alma de Andalucía.
  • Poeta en Nueva York: Refleja, con técnica surrealista, su experiencia en Nueva York.
  • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías: Elegía dedicada al torero y amigo.
  • Otras obras: Diván del Tamarit, Seis poemas galegos y Sonetos del amor oscuro.

Dámaso Alonso (1898-1990)

Filólogo, catedrático y presidente de la Real Academia Española de la Lengua (1968-1982). Poemas puros. Poemillas de la ciudad (1921), El viento y el verso (1925). Tras un largo silencio, publica Hijos de la ira (1944), una de las obras más importantes de la posguerra, calificada por el propio autor como poesía desarraigada. Oscura noticia (1944). Hombre y Dios (1955), sobre la existencia humana y la situación social de España.

Manuel Altolaguirre (1905-1959) y Emilio Prados (1899-1962)

Ambos se exiliaron a México. Altolaguirre siguió una trayectoria romántica, escribiendo sobre la angustia y el amor (Las islas invitadas, 1926). Prados se caracterizó por su compromiso político (Cancionero menor para los combatientes, 1938).

Miguel Hernández (1910-1942)

Aunque cronológicamente pertenece a la poesía de posguerra, se le considera el “genial epígono de la Generación del 27”. Obras más relevantes: Perito en lunas, El rayo que no cesa (con su famosa “Elegía a Ramón Sijé”), Viento del pueblo, Cancionero y romancero de ausencias (“Nanas de la cebolla”).