Poesía del Novecentismo a la Generación del 27: Evolución y Autores

La Poesía en el Novecentismo, las Vanguardias y la Generación del 27

La Poesía en el Novecentismo

La lírica novecentista se caracteriza principalmente por la superación definitiva de los modelos estéticos e ideológicos del modernismo. La poesía tiende a desprenderse de todo artificio para lograr la pureza de expresión lírica. La máxima aspiración es llegar a una deshumanización total. El gran poeta de este periodo es Juan Ramón Jiménez.

Juan Ramón Jiménez

Nacido en Moguer (Huelva), es, ante todo, el gran renovador de nuestra poesía contemporánea. Obtiene el Premio Nobel en 1956 y muere exiliado en Puerto Rico.

Su evolución poética, descrita por él mismo, tras un inicio de versos sencillos, neorrománticos, discurre así:

  • En primer lugar, el Modernismo más brillante, aunque con tonos grises e intimistas, en libros como Arias tristes o La soledad sonora, que culmina con el libro de prosa poética, Platero y yo.
  • En segundo lugar, la “poesía pura”: la poesía se despoja de lo sensorial y de la anécdota; se convierte en intemporal, y se identifica con la belleza, la eternidad y el absoluto; sus libros esenciales son Diario de un poeta recién casado, Eternidades y Belleza.
  • Posteriormente, la “poesía pura” intensifica el camino del conocimiento y la aspiración a lo absoluto en los libros escritos en el exilio, como La estación total.

Las Vanguardias

Tras el agotamiento del Modernismo, entre las dos guerras mundiales, surgen por toda Europa los movimientos de vanguardia, que suponen una ruptura más intensa que la modernista y, tal vez, la más radical de cuantas se han producido en la historia artística y literaria, y que proponen, por medio de manifiestos, concepciones profundamente nuevas del arte y de las letras.

Desde una actitud de total rebeldía, los distintos “ismos” pretenden la liberación de los instintos humanos, reprimidos por los principios morales y políticos de la sociedad burguesa. Para conseguir esa liberación, crean un nuevo lenguaje artístico que rompe bruscamente con la estética anterior y que supone una manera diferente de concebir el mundo. Los “ismos” vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido: Futurismo, Dadaísmo, Expresionismo, Cubismo, Surrealismo, etc.

En España, la poesía “pura” de Juan Ramón Jiménez preparó el camino para dar entrada a una nueva sensibilidad artística en los años veinte. Este arte intelectual, que Ortega y Gasset llamó “deshumanizado”, se mantuvo en contacto con las vanguardias europeas gracias a la importante labor de dos figuras fundamentales:

  • El español Ramón Gómez de la Serna, escritor provocador y anticonvencional, introductor de los primeros “ismos” en España (en su revista “Prometeo” publica, ya en 1910, el manifiesto futurista) y creador de la “greguería” (humor + metáfora).
  • El chileno Vicente Huidobro, que dio a conocer el Ultraísmo y el Creacionismo entre los poetas más jóvenes.

Las Vanguardias constituyeron un ciclo de gran interés en la literatura contemporánea española, como prueban las obras del Grupo poético del 27, que integraron originalmente diversos elementos vanguardistas (en especial los procedentes del Surrealismo), haciéndolos compatibles con un profundo arraigo en la tradición literaria española.

La Generación del 27

¿Grupo poético o Generación?

El conjunto de poetas formado por Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, (a los que se añadiría Miguel Hernández, el cual, por edad, pertenece a la generación siguiente -del 36-, pero su trayectoria y sus relaciones con los poetas del 27 lo sitúan entre ellos como “hermano menor” o “genial epígono”) constituye lo que se ha llamado “Generación del 27”, aunque algunos críticos prefieren hablar de “grupo poético del 27”, debido a sus fuertes individualidades y a que en ella entrarían también diversos novelistas y dramaturgos.

Estos escritores tuvieron su lugar de encuentro en la Residencia de Estudiantes. En 1927 participan en la conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora en el Ateneo de Sevilla, fecha que les da nombre. Colaboran en las mismas revistas: las más importantes de la época son la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset y La Gaceta Literaria.

Características Generales

La estética de la Generación del 27 se define por el equilibrio en diversos aspectos:

  • Hay elementos vanguardistas (influencias del Ultraísmo, del Creacionismo y del Surrealismo), pero también elementos procedentes de la tradición (lírica popular, Romancero, Góngora).
  • Aparece la métrica vanguardista, con el verso libre; pero en otros poemas se cultivan las formas métricas tradicionales, como el soneto o el romance.
  • Se conjugan lo culto y lo popular, el hermetismo y la claridad.

Trayectoria de la Generación del 27

  • Hasta 1927. Reciben el influjo de las vanguardias y de la poesía pura. Depuran el poema de toda anécdota humana y utilizan la metáfora. También se aprecia el influjo de Góngora y sus deslumbrantes metáforas.
  • De 1927 a la Guerra Civil. La situación social y política les hizo comprometerse con el mundo en el que vivían y el influjo del Surrealismo les llevó hacia una “rehumanización”. En esta etapa de influencia surrealista destacan libros como Sobre los ángeles de Alberti.
  • Tras la Guerra Civil. García Lorca ha muerto, otros poetas se han exiliado (como Alberti, Guillén, Salinas, Cernuda), y los que se han quedado en España cultivan una poesía existencial de tono angustiado, cuya muestra más intensa es Hijos de la ira de Dámaso Alonso.