Contexto Histórico y Cultural del Romanticismo en España

El Siglo XIX: Un Período de Transformación

El siglo XIX fue una época de profundas transformaciones y tensiones. La sociedad estamental dio paso a la sociedad de clases, con la burguesía reemplazando a la nobleza y alcanzando gran poder. La expansión demográfica fue significativa, con el surgimiento de grandes industrias y el proletariado, que más tarde lucharía por sus derechos. Las ideas liberales se propagaron, defendiendo la soberanía popular y las libertades individuales. El auge de los nacionalismos acrecentó el sentimiento patriótico en los pueblos. En el ámbito artístico y literario, surgieron movimientos como el Romanticismo, el Realismo y el Naturalismo. En el terreno filosófico, se produjo una crisis del racionalismo ilustrado, abriendo paso al idealismo de Schelling y Hegel, y al positivismo de Augusto Comte. Las ciencias, especialmente la física, la medicina y la biología, experimentaron un gran progreso.

España en el Siglo XIX

España vivió fuertes tensiones políticas en el siglo XIX. El estancamiento económico, los pronunciamientos militares y la falta de avances técnicos provocaron un retraso en el país. Se redactó la primera Constitución liberal en 1812, pero Fernando VII la derogó, con un breve paréntesis durante el Trienio Liberal. Esta época se caracterizó por un retroceso cultural debido al exilio de intelectuales y a la censura. A la muerte del rey, España se dividió en dos bandos (carlistas e isabelinos), lo que desencadenó una guerra civil. Isabel II finalmente ganó y proclamó una nueva Constitución. La crisis se agudizó y se proclamó la república, cerrando el período de la Restauración y perdiendo los últimos restos del imperio colonial español (Cuba y Filipinas). En el ámbito ideológico, cobró fuerza el Krausismo, un movimiento renovador que defendía una moral basada en la tolerancia. Culturalmente, España seguía rezagada, con un 70% de analfabetismo.

El Romanticismo: Un Movimiento de Ruptura

Características del Romanticismo

El Romanticismo, un movimiento cultural que se desarrolló en Europa en la primera mitad del siglo XIX, supuso una revolución estética e ideológica. Los románticos protestaron contra los valores impuestos y los problemas político-sociales del momento. Entre sus características destacan:

• Individualismo: El hombre define sus propios fines.
• Culto a la libertad: El individuo proclama su derecho a expresarse y su libertad individual frente a la sociedad, rechazando las reglas sociales y artísticas.
• Rebeldía y contradicciones: El romántico busca una felicidad imposible y choca inevitablemente con la realidad.
• Nacionalismo: Se exalta el nacionalismo político; cada país y región ensalza sus costumbres y valores tradicionales.

El Romanticismo en España

El Romanticismo llegó a España de forma tardía a través de:

• El periodismo: Los primeros artículos sobre el movimiento fueron publicados durante el período absolutista.
• El regreso de los exiliados liberales tras la muerte de Fernando VII, como Martínez de la Rosa y Espronceda.
• El estreno de Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas en 1835, que marca el inicio del Romanticismo en España.

La Literatura Romántica en España

Temas y Características

La literatura romántica se convirtió en un medio para transformar la sociedad, plasmando ideas y sentimientos personales. Sus temas principales fueron:

• El pasado histórico nacional o regional: Se aprecia un auge de la novela histórica, los romances y las leyendas.
• Los sentimientos frente a la razón: Diversos sentimientos que en ocasiones conducen al desengaño.
• La exaltación del yo y el culto a la libertad: El artista se convierte en héroe, se siente superior al mundo, se aísla y busca una soledad egocéntrica.
• Los conflictos sociales: El romántico se hace eco de las desigualdades, la conciencia nacionalista y las teorías del humanitarismo social.

Estética Romántica

Los románticos buscaron una renovación artística basada en el rechazo de las reglas clásicas y la exaltación de la imaginación. Rechazaron los modelos preestablecidos y mezclaron géneros, tonos y estilos. Otros elementos renovadores fueron:

• Ambientación: La naturaleza se convierte en confidente del héroe y refleja su estado de ánimo.
• Fantasía: Se rompen los límites de la realidad, con obras llenas de misterio y elementos sobrenaturales.
• Dramatismo: Se utilizan formas distorsionadas, con una estética basada en la intensidad emocional, no en la elegancia clásica.
• Estilo: El lenguaje es efectista y exagerado, pero también se utiliza un vocabulario castizo y popular en escenas costumbristas llenas de colorido.

La Poesía Romántica

La poesía fue el género más adecuado para expresar la actitud romántica. Los temas poéticos fueron la libertad, los sentimientos, lo satánico y sobrenatural, la muerte, lo exótico y legendario. Se distinguen dos tipos de poesía:

• Poesía épica: Retoma temas de la tradición, la historia o la leyenda, y rehabilita el romance (Duque de Rivas).
• Poesía lírica: Expresa los conflictos interiores del poeta (Bécquer y Rosalía de Castro).

José de Espronceda (1808-1842)

José de Espronceda es el poeta del Romanticismo español por excelencia. En su poesía destacan dos tendencias:

• Poesía narrativa: Destaca El estudiante de Salamanca, una historia de ambiente misterioso y nocturno con todas las características de la época.
• Poesía lírica: Sobresalen La canción del pirata, El mendigo, El verdugo y El reo de muerte. Especial mención merece el Canto a Teresa, incluido en El diablo mundo, que el poeta dedica a la muerte de su amada. El desengaño es su tema principal.

Mariano José de Larra (1809-1837)

Mariano José de Larra fue un destacado escritor y periodista que pretendía transformar la sociedad. Se le considera el primer gran periodista español. Confiaba en la libertad de expresión y en el concepto de literatura útil. Luchó por el progreso y la modernidad. Sus artículos se clasifican en:

• Artículos de costumbres: Composiciones en prosa breves y de carácter descriptivo, con cierto sentido del humor, que utiliza para hacer crítica social.
• Artículos de crítica política: Expresa sus ideas políticas utilizando diversas fórmulas literarias para evitar la censura. En su última época, sus artículos adquieren un tono existencial.
• Artículos de crítica literaria: Difunde sus teorías sobre la literatura y defiende la idea del escritor comprometido.

La prosa de Larra es llana, clara, directa e irónica, con un estilo lleno de juegos de palabras. Su agudeza, su estilo mordaz y sarcástico, y la actualidad de sus temas lo convierten en un modelo para escritores y periodistas.