Siglos XVIII y XVII: Movimientos Culturales y Literarios

La Ilustración (Siglo XVIII)

La Ilustración fue un movimiento cultural del siglo XVIII que disipó las tinieblas de siglos anteriores (Barroco: pesimismo) con la razón y la inteligencia humana, por ello es llamado el Siglo de las Luces. Este movimiento cultural se desarrolló principalmente en Francia, Alemania e Inglaterra, extendiéndose por toda Europa y afectando también a España.

Principios Ideológicos

Los principios ideológicos de la Ilustración se basan en el racionalismo de Kant, el pensamiento crítico, la búsqueda de la verdad científica, y la educación y la cultura. Este último tenía como fin erradicar o atenuar los altos porcentajes de analfabetismo. Gracias al gran desarrollo de la burguesía, se fomentó la industria, el comercio, la educación, las obras públicas y la agricultura. Del mismo modo, uno de sus objetivos era conseguir una educación pública.

Literatura

En cuanto a la literatura, la intención comunicativa general es la didáctica (enseñar) y la restauración de los principios formales clásicos. Por lo que también se le denomina Neoclasicismo.

Géneros Literarios

  • Lírica: Proliferaron los autores, predominando la fábula con figuras destacadas como Samaniego e Iriarte. La fábula es una narración breve en prosa o en verso con intención moralizadora, y en la que los personajes suelen ser animales.
  • Teatro: Destacó El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín, que cuenta la historia de un matrimonio concertado que no llega a realizarse, pues el hombre renuncia a ella porque va en contra de sus principios.
  • Ensayo: (Obra literaria en prosa cuya finalidad es exponer y debatir sobre un tema concreto). Destacan tres grandes autores: Cadalso con Cartas marruecas (crítica a la sociedad española), Benito Jerónimo Feijoo con Teatro crítico universal y Jovellanos y sus textos en los cuales habla de los problemas de la sociedad española.

El Barroco (Siglo XVII)

Durante este periodo, España sigue siendo una de las grandes potencias europeas, pero los continuos conflictos externos e internos provocan una decadencia política y económica que causan el declive del imperio español en la política europea y como potencia colonial.

Contexto del Barroco

  • Económico: La grave crisis económica, generada por la mala gestión de las riquezas provenientes de América por parte de los reyes españoles y sus ministros, los gastos de guerra y los préstamos, es una de las causas más importantes de la decadencia del país y de la crisis social.
  • Social: Continúan las ideas del concepto y el valor social de la “limpieza de sangre”, de la que el cristiano viejo se vanagloriaba y los conversos intentaban ocultar, y en la que la expulsión de los moriscos repercutió gravemente en la economía agraria.
  • Religioso: La Iglesia y la Inquisición siguen velando por la ortodoxia católica y se vuelve a la ideología teocentrista medieval.
  • Cultural: Resurgen aspectos ideológicos y culturales medievales. Se revitaliza el deseo de mostrar la fragilidad de la realidad y la meditación sobre la muerte. El optimismo del Renacimiento es sustituido por una actitud pesimista ante la realidad y la vida, y surgen nuevos temas artísticos y literarios: el desencanto político y social, el engaño ante las expectativas humanas, ideológicas y culturales del Renacimiento, el pesimismo ante la crisis social y económica, la obsesión por el paso inexorable del tiempo que se contempla con desolación, lo vano de nuestra existencia, el sentimiento de una realidad ilusoria, la locura del mundo y la decadencia nacional.

Glosario

Términos del Siglo XVII

  • Décima espinela: Estrofa de diez versos octosílabos con rima ABBAACCDDC. Toma su nombre del poeta Vicente Espinel.
  • Seguidilla: Estrofa de cuatro versos, los impares heptasílabos y los pares pentasílabos, con rima asonante.
  • Góngora (1561-1627): Nació en Córdoba en el seno de una familia ilustre. Cursó estudios en la Universidad de Salamanca y regresó a su ciudad natal, donde desempeñó un cargo en la catedral. Hacia los 50 años se ordenó sacerdote y, gracias a la protección del duque de Lerma, se trasladó a Madrid como capellán de honor del rey. Siempre se mostró antipático y altivo con los otros literatos. Con algunos de ellos mantuvo agrias polémicas, especialmente con Quevedo.
  • Quevedo: Nació en Madrid. Tras estudiar en Alcalá y Valladolid, su vida transcurre vinculada a la corte y a la actividad política. Pasó un tiempo en Italia junto al duque de Osuna, quien, al caer en desgracia ante el rey, lo arrastró consigo, por lo que fue desterrado a su posesión de la Torre de Juan Abad (Ciudad Real). En sus últimos años, por orden del conde duque de Olivares y sin que se conozca bien la causa, sufrió prisión durante un tiempo en la cárcel de San Marcos de León.