Los poemas de Miguel Hernández, sencillos en apariencia, están cargados de recursos literarios de todo tipo. Entre ellos, destaca el uso de símbolos, que impregnan su obra de un profundo significado. A continuación, se exploran algunos de los símbolos más recurrentes en su poesía:
La Luna: Un Símbolo en Evolución
La luna es un motivo central en el universo poético hernandiano, especialmente en su primera etapa. Su significado evoluciona a lo largo de su trayectoria literaria:
- Inicialmente, representa la naturaleza inmediata, el astro que Miguel Hernández observa en su entorno.
- Luego, se transforma en metáforas inocentes.
- En Perito en lunas, se convierte en el centro del universo. El poeta se declara “experto en lunas” en dos sentidos: por su contemplación como pastor y por su capacidad de representar objetos poéticamente como formas lunares.
El propio autor aclara que la luna simboliza el comportamiento cíclico de la naturaleza. Los cambios de la luna se asocian con las estaciones y representan la vida en continuo cambio. La luna también se asocia con la noche y la muerte, en contraste con el sol, que representa el día y la vida. Este motivo de la luna como infortunio proviene de la mitología y la tradición popular, y más adelante reflejará la fatalidad femenina.
En su juventud, la luna lo lleva al amor por la naturaleza, la libertad y la amada. Más tarde, se asocia con la destrucción y la desaparición del amor. En sus últimos poemas, la luna representa la dualidad amor-muerte, alegría-tristeza, fecundidad-fatalidad. Además, las fases lunares simbolizan la evolución poética del autor.
El Rayo: Símbolo de Pasión y Angustia
El rayo, como elemento natural, tiene dos acepciones en la obra de Hernández:
- El rayo de luz procedente del sol.
- El rayo de tormenta.
En El rayo que no cesa, el rayo se sitúa en un contexto amoroso y simboliza la pesadumbre, la angustia y la fatalidad de un amor no correspondido. Representa el deseo insatisfecho que atormenta al poeta. El ave y el cuchillo tienen significados similares al rayo en esta etapa de angustia interior y amenaza exterior.
Como metáfora, el rayo adquiere diferentes valores:
- Amenaza y maldición.
- Fuerza y garra, atributos del sujeto que no puede realizar el amor (esperanza).
- Admiración (procedente del rayo de luz solar).
- Temor (procedente del rayo de la tormenta).
El Toro: Representación de la Virilidad y el Destino Trágico
El toro es un motivo recurrente en la obra hernandiana. En sus primeras composiciones, se identifica con la muerte física y real, pero también se relaciona con el amor:
- El toro bravo, en libertad, simboliza la virilidad, la fuerza y los instintos naturales.
- El toro de lidia, en la plaza, representa el valor trágico y el destino fatal que conduce al dolor y la muerte, equiparado al sentimiento amoroso.
En la poesía épica, el toro bravo se opone al buey, que representa al toro castrado.
El Viento: Compromiso Social y Evolución Personal
El viento es un símbolo predominante en la poesía épica de Miguel Hernández, quien se define como “viento del pueblo”. Representa el compromiso social y político, la solidaridad con los desfavorecidos y los republicanos progresistas. Su significado evoluciona a lo largo de la vida del autor:
- En el primer periodo, se utiliza denotativamente como fenómeno atmosférico.
- En la poesía religiosa, se transforma en viento místico y purificador.
- En el segundo periodo, se identifica con la figura de la mujer deseada.
- En el tercer periodo, representa la fuerza del pueblo. El poeta es “viento del pueblo”, cuya fuerza nace del pueblo y regresa a él.
- En el cuarto periodo (carcelario), el viento simboliza el odio y el rencor, un viento negativo. En el tramo final de su vida, es el “viento del encono de los huracanes”.
La Tierra: Símbolo de la Naturaleza y la Existencia
La tierra simboliza la propia naturaleza. Se concibe como madre, la que da vida y acoge tras la muerte. Referida al hombre, la tierra es cuna y sepultura, y representa la filosofía panteísta de Hernández. Se le ha denominado “poeta de la tierra” porque este motivo atraviesa toda su obra y representa el ciclo de unidad en la naturaleza.
En la obra hernandiana, la tierra tiene varios significados:
- Representa la naturaleza, la agricultura y el mundo del trabajo.
- En el contexto amoroso, se relaciona con la vitalidad del amor, influenciado por Pablo Neruda.
- En el contexto de la historia destruida, en poemas relacionados con el hijo, simboliza la germinación, especialmente tras la desaparición del cuerpo amado.
Luz y Sombra: Dualidad y Esperanza
El origen místico de la luz, como luz divina, influenciado por San Juan de la Cruz en los poemas del periodo oriolano, se transforma en aplicaciones del contraste luz/sombra sobre el amor. La muerte también se hace presente e impone su sombra. Sin embargo, Hernández cierra su peripecia vital y poética con versos que reafirman la victoria de la luz sobre la sombra, triunfando la esperanza en la luz.