Teatro Español de Fin de Siglo y el Esperpento de Valle-Inclán: Innovación y Crítica

El Teatro Español a Finales del Siglo XIX y Principios del XX: Valle-Inclán entre el Modernismo y la Vanguardia

Desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil, en el teatro español se observan dos tendencias principales:

  • Un teatro tradicional o comercial, orientado a un público burgués, con escasa crítica y pocas novedades técnicas. Esta tendencia predominó en las salas teatrales de la época.
  • Un teatro innovador, que buscaba ofrecer obras con carga crítica, innovaciones técnicas, o ambas. Sin embargo, esta tendencia tuvo, en su mayoría, poco éxito comercial.

El teatro comercial se manifestó en tres tipos de obras:

  • La comedia burguesa, con Jacinto Benavente como principal autor, que suavizó la crítica burguesa para crear las “comedias de salón”, caracterizadas por realismo en los diálogos y ambientes. Su obra más importante es Los intereses creados.
  • El teatro poético, que combinaba lo neorromántico y lo modernista, asociado a una ideología tradicionalista, con autores como Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas), Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) y los hermanos Machado (Juan de Mañara).
  • El teatro cómico, con diversas formas y autores como los hermanos Álvarez Quintero o Carlos Arniches. Un género de menor calidad, pero con gran éxito de público, fue el “astracán”, creado por Pedro Muñoz Seca, cuya obra más importante es Venganza de don Mendo. También destacó Jardiel Poncela.

Frente a este teatro comercial, la escena española experimentó intentos de renovación, intensificados a partir de los años veinte. Esto se observa en autores del 98 como Unamuno (Fedra) y Azorín (Lo invisible), y en la generación del 14 con autores como Jacinto Grau, autor de un teatro denso y culto, con su obra más importante El señor Pigmalión. También destacan Gómez de la Serna y Federico García Lorca, así como Alejandro Casona (La sirena varada) y Max Aub. Sin embargo, la figura más influyente de esta generación es Valle-Inclán, creador del esperpento.

La Teoría del Esperpento de Valle-Inclán

Valle-Inclán fue uno de los más importantes representantes del teatro de su época, aunque cultivó todos los géneros. Durante su etapa modernista, escribió las Sonatas. Tras ellas, y siguiendo una línea de “esperpentización”, surgieron las Comedias Bárbaras, una evolución que se acentuó con La guerra carlista, donde aparece un lenguaje desgarrado. Ya en la época del esperpento, Valle atribuyó esta nueva técnica por primera vez a su obra Luces de bohemia, donde uno de los protagonistas define el esperpento ante la imposibilidad de la tragedia. A esta obra le siguieron otras como Martes de carnaval. En el esperpento, Valle decide interpretar la realidad desde una perspectiva superior.

Las acotaciones de este autor determinaron que obras como Comedias Bárbaras o los esperpentos fueran verdaderamente teatro. Estas acotaciones tenían un valor literario, refiriéndose a cuestiones extra dramáticas, creando un clima y dotando a los personajes de vida, haciendo que la realidad evocada cobre corporeidad plástica. Valle desafió las convenciones del teatro de su época y fue un verdadero vanguardista que se anticipó a las nuevas tendencias del teatro mundial.

El esperpento es una fórmula estética creada por Valle-Inclán que consiste en ofrecer una visión grotesca de la realidad española con intención crítica. La denominación “esperpento” es obra de Valle-Inclán, que la usó para denominar determinadas obras (no sólo teatrales, sino también narrativas) escritas desde 1920. Este tipo de obras son lo más famoso de su producción teatral y se caracterizan por los siguientes rasgos:

  • La obra teatral se concibe como un espectáculo visual y auditivo a la vez.
  • Diversidad escénica.
  • Solo una visión panorámica, de conjunto, unifica y da sentido a esa variedad de segmentos escénicos dentro de una misma obra.
  • La figura humana de los personajes está vista desde una perspectiva plástica y grotesca.
  • Marcada tendencia a la desmitificación de todo lo que se presenta en escena.
  • Relación con el cine: uso de la técnica del primer plano.
  • La acción dramática y los protagonistas suelen tener un trasfondo trágico.
  • Hay un compromiso crítico muy marcado por parte del autor hacia la realidad. De él surge la visión que tiene Valle-Inclán de España como una deformación grotesca de Occidente. A partir de ahí, lo que es visto como deforme (España) queda de nuevo deformado sobre la escena: el realismo como principio estético queda totalmente superado.

En definitiva, se proyecta una visión grotesca de la realidad española. El “esperpento” no es sólo una forma literaria creada y desarrollada por Valle-Inclán, sino una verdadera cosmovisión o visión del mundo y la realidad.