El Teatro Español: Del Realismo Social a la Experimentación Vanguardista
Con los estrenos de Buero Vallejo, Historia de una escalera, y Alfonso Sastre, Escuadra hacia la muerte, se vislumbró la posibilidad de un teatro distinto, que reflejara los problemas del momento. Ambos autores se insertan en una corriente existencialista que deriva en una preocupación social. Antonio Buero Vallejo (1916-2000) es un trágico que pretende inquietar y curar. Su trayectoria muestra el inconformismo ante el mundo y la sociedad, así como la fidelidad a sus principios, incluso bajo la censura. Su teatro se define como ético, basado en la defensa de la dignidad y los valores humanos básicos, denunciando la injusticia. Enfoca sus obras en un doble plano: existencial y social. Siempre aborda la condición humana, con personajes que viven en un eterno interrogante, pero aferrados a la esperanza. Su teatro tiene una función catártica y sus obras conmueven al espectador, obligándole a tomar conciencia de su realidad.
Tras la Guerra Civil, en la que luchó en el bando republicano, fue condenado a muerte y posteriormente a 30 años de cárcel. Tras el indulto en 1947, cambió su vocación de pintor por la de dramaturgo. En su obra se distinguen varias etapas:
- Etapa existencial: Con Historia de una escalera, plantea la imposibilidad de algunos individuos para mejorar materialmente debido a la situación social y la falta de voluntad.
- Etapa social: Crea dramas históricos que le permiten sortear la censura y analizar problemas actuales, como en Un soñador para el pueblo y Las Meninas.
- Etapa mixta: Con La fundación, donde cinco personajes parecen trabajar en un centro de investigación, pero se descubre que la situación es la percepción subjetiva de uno de ellos, revelando que la fundación es en realidad una prisión.
- Últimos dramas: Ya en democracia, Buero, como otros dramaturgos, se vio obligado a buscar nuevos temas y formas de expresión, abordando la hipocresía de la crítica artística.
Los rasgos más destacados de Buero Vallejo son:
- Su temática, siempre ligada a la condición humana, con cuestiones existenciales o sociales.
- El diálogo, esencial en sus obras, con densidad, hondura y precisión.
- La descripción minuciosa del espacio escénico, a través de acotaciones extensas.
- La importancia de los recursos teatrales, como gestos, música, ruidos y juegos de luces.
- El empleo del efecto de inversión, que introduce al espectador dentro de la obra.
- Su género preferido es la tragedia, con la que pretende la catarsis, impactando al espectador con historias trágicas y finales conmovedores.
- Un teatro problemático que muestra los problemas al espectador, sin ofrecer respuestas fáciles.
Otro autor destacado en el realismo social de los años cincuenta es Alfonso Sastre (1926-2021). Su teatro no pretende entretener, sino transformar el mundo a través de un análisis moral. Utiliza el teatro como instrumento de transformación social. Ideológicamente, evolucionó hacia la izquierda y se opuso a la dictadura. En la década de los setenta, su compromiso político se acentuó y su contenido crítico se volvió irrefrenable. Sus obras constituyen un análisis de la opresión, destacando Cargamento de sueños.
Renovación Teatral y Experimentación
El teatro español continuó dividido entre el que se representaba en salas comerciales y el que difícilmente llegaba a un público amplio. En la década de los 60, surgió un movimiento de renovación caracterizado por un acercamiento a las corrientes renovadoras que se desarrollaban en el extranjero. Entre los dramaturgos de esta época, destaca Antonio Gala, quien gozó del favor del público.
Durante esta época, se pueden distinguir tres tipos de teatro:
- Teatro comercial: Representado por Alfonso Paso y Ana Diosdado con Olvida los tambores (1970).
- Teatro social: Se distingue por la superación del realismo y la búsqueda de nuevas formas dramáticas. Su contenido es crítico y, en muchos casos, su temática y audacia formal dificultan su representación.
- Teatro experimental: Rompe la división entre el escenario y los espectadores, alejándose del teatro comercial y buscando nuevas formas y técnicas. Surgen los grupos de teatro independiente, donde la creación es colectiva, infravalorando el texto y dando mayor importancia a la escena, luces, vestuario, etc. Se mantienen enfoques críticos y se rompen las convenciones de espacio y tiempo.
En los últimos años del franquismo, el teatro independiente tuvo una notable importancia. A la muerte del dictador, existían más de 100 grupos teatrales, como Els Joglars, Tábano y T.E.I., que representaban tanto teatro del realismo social como teatro experimental.
Figuras Clave del Teatro Experimental
Dos autores destacados del teatro experimental son:
- Francisco Nieva (1924-2016): Autor que cultivó tres géneros diferentes: teatro furioso, teatro de farsa y teatro de estampa. El simbolismo, los elementos oníricos y la raíz dadísta caracterizan sus obras. En ellas se observa una estética antirrealista.
- Fernando Arrabal (1932-actualidad): Durante los años 50, escribió diversas obras con imaginación, antirrealismo, elementos surrealistas, lenguaje ingenioso e infantil, y ruptura con la lógica. Alcanzó fama internacional con su teatro pánico, provocador y rebelde, que recoge elementos de las vanguardias y del teatro del absurdo. Son conocidos títulos como Pic-Nic (1952), El triciclo y La aurora roja y negra, donde se aprecia su postura política anarquista.