Teatro español en la década de 1940
La Guerra Civil marcó un punto de inflexión en el teatro español. Los grandes renovadores de la escena habían muerto o se habían exiliado, lo que llevó a una renovación generacional forzosa.
Teatro en el exilio
El teatro en el exilio se enfrentó a un desafío único: la necesidad de conectar con un público de una cultura diferente. Los dramaturgos exiliados tenían tres opciones:
- Seguir escribiendo sobre temas españoles.
- Crear dramas atemporales.
- Adaptarse al nuevo público y escribir para él.
Entre los autores más destacados del teatro español en el exilio se encuentran:
- Alberti (con “Noche de guerra en el Museo del Prado” y “El adefesio”)
- Casona (con “La barca sin pescador” y “La dama del alba”)
- Max Aub (con “San Juan”)
Teatro dentro de España
El teatro dentro de España durante la posguerra se caracterizó por:
- Buscar el entretenimiento, siguiendo la línea del teatro cómico.
- Plasmar los valores tradicionales del régimen.
- Proponer una crítica contenida, centrada en las costumbres de la clase media.
- Presentar un final feliz.
Los temas más importantes fueron:
- El mundo real: se abordaban temas como la desavenencia amorosa, la infidelidad o los problemas económicos.
- El mundo poético: se exploraba un mundo fantástico que distorsionaba la realidad.
En cuanto al estilo, se caracterizó por:
- El cultivo de piezas redondas (piezas “bien hechas”).
- Ambientes y personajes burgueses.
- Utilización de técnicas cinematográficas.
Algunos autores destacados de este periodo son: Calvo Sotelo, Luca de Tena, Pemán, Poncela, Mihura o Benavente.
Teatro español en la década de 1950
En la década de 1950, surgieron tres tipos de teatro:
- Teatro de herederos
- Teatro cómico
- Teatro existencial-social
Teatro de herederos
Este tipo de teatro se caracterizó por:
- Importancia a la pieza bien hecha.
- Ser un divertido espejo de la realidad.
- Ser un teatro evasivo y crítico, que difundía el orden social establecido.
- Utilización de técnicas cinematográficas.
- Aparición de la comedia rosa.
Algunos autores y obras importantes son:
- Ruiz Iriarte (con “Juegos de niños”)
- Alejandro Casona (con “Los árboles mueren de pie”)
- Luca de Tena (con “¿Dónde vas Alfonso XII?”)
- Calvo Sotelo (con “La muralla”)
Teatro cómico
El teatro cómico de esta época se caracterizó por ser evasivo, hilvanando escenas costumbristas y sucesos inverosímiles. Se trata del nuevo astracán, que utilizaba un lenguaje lleno de equívocos, juegos de palabras y chistes.
Algunos autores y obras significativas son:
- Poncela (con “Eloísa está debajo de un almendro” y “Los habitantes de la casa deshabitada”)
- Mihura (con “Tres sombreros de copa” y “El caso de la mujer asesinadita”)
- Alejandro Casona (con “La dama de Alba”)
Teatro existencial-social
Este tipo de teatro se centraba en la gente que sufre, tratando de indagar en la realidad para criticar situaciones injustas.
Algunos autores y obras destacadas son:
- Alfonso Sastre (con “Escuadra hacia la muerte” y “La mordaza”)
- Buero Vallejo (con “Historia de una escalera” y “En la ardiente oscuridad”)
Teatro español en la década de 1960
En la década de 1960, podemos distinguir dos tipos de teatro:
- Teatro de protesta
- Teatro comercial
Teatro de protesta
Este tipo de teatro, que rechazaba el teatro del absurdo, se caracterizó por:
- Tratar temas sociales.
- Ser realista.
- Utilizar un lenguaje violento, directo y sin eufemismos.
Entre los autores más destacados se encuentran:
- Muñiz (con “El grillo”)
- Olmo (con “La camisa”)
- Martín Recuerda (con “Los salvajes de Puente San Gil”)
- Alfonso Sastre (con “En la red”)
- Buero Vallejo (con “El tragaluz”, “El concierto de san Ovidio” y “La fundación”)
Teatro comercial
El teatro comercial se convirtió en un mero objeto de consumo, inhibiéndose ante los problemas de España y enmascarando la realidad.
Entre los autores destacan:
- Alfonso Paso (con “Vamos a contar mentiras”)
- Alonso Millán (con “Ya tenemos chica”)
- Antonio Gala (con “Los verdes campos del Edén” o “El sol en el hormiguero”)
Teatro español desde la década de 1970
A partir de la década de 1970, la apertura de la censura franquista permitió la entrada de corrientes europeas como el teatro de Bertolt Brecht o el teatro del absurdo de Ionesco o Beckett. Estas influencias fueron fundamentales para la creación de obras que rompían con los cánones establecidos.
Tras 1975, se consolidaron los teatros independientes y proliferaron las compañías de aficionados. La evolución teatral se tradujo en innovaciones escenográficas.
En este periodo destacaron tanto el teatro realista como el teatro vanguardista.
Teatro realista
Algunos autores destacados del teatro realista fueron:
- José Sanchis Sinisterra (con “¡Ay, Carmela!”)
- José Luis Alonso de Santos (con “La estanquera de Vallecas” y “Bajarse al moro”)
- Albert Boadella (fundador de la compañía Els Joglars, destacó por “Yo tengo un tío en América”)
- Fernando Fernán Gómez (con “Las bicicletas son para el verano”)
- Manuel Martínez Mediero (con “El último gallinero”)
Teatro vanguardista
destacaron: Luis Riaza (con “Retrato de dama con perrito”), Francisco Nieva (con “Los españoles bajo tierra” y “Es bueno no tener cabeza”) y diversas compañías teatrales independientes (destacan: Els Comediants, La Fura dels Baus, La Cuadra y Dagoll Dagom).