Teatro Realista, Naturalista y Neoclásico: Evolución y Autores Clave

Teatro Realista y Naturalista

El Realismo propone formas de expresión más acordes con la realidad social del momento. A la burguesía le gusta ver reflejados sus problemas e inquietudes en la literatura. El héroe o la heroína dramáticos son esencialmente humanos: imperfectos, contradictorios, complicados. Y el espectador se siente identificado con esos conflictos que se le plantean en la vida cotidiana.

Francia: el Naturalismo

El Naturalismo de Émile Zola es una intensificación del realismo. No concibe el teatro y la novela como un método para analizar la realidad humana. Los presupuestos de los que parte el naturalismo son:

  1. Materialismo: estudia al hombre en su dimensión psicológica y fisiológica.
  2. Determinismo: el hombre no es libre; la herencia biológica y las circunstancias sociales lo determinan.
  3. Experimentalismo.
  4. Socialismo: el naturalismo busca verosimilitud, eliminando decorados pintados, vestuarios y maquillajes, e impone la idea de representar la realidad con fidelidad.

El naturalismo en el teatro de Zola. André Antoine fundó el Théâtre-Libre, una revolución en la escena.

Alemania: las novedades de los Meiningen y de la Escena Libre

El duque Jorge II puso en marcha los Meiningen, compañía de actores profesionales que buscaba representar obras que reflejaran con fidelidad la realidad histórica. El primer director de escena planificaba los montajes, dirigía a los actores, elaboraba los decorados y diseñaba el vestuario. Gerhart Hauptmann es el principal dramaturgo del realismo alemán. Obras: Antes del amanecer, Los tejedores, La campana sumergida.

Los países nórdicos: el realismo psicológico

El teatro de Suecia y Noruega se caracteriza por su realismo psicológico. Henrik Ibsen es un gran dramaturgo noruego. Su obra más conocida es Casa de muñecas. Otras obras de Ibsen son Espectros, Un enemigo del pueblo y El pato salvaje. August Strindberg es el principal escritor de la literatura sueca. Escribe dramas naturalistas, recrea una atmósfera opresiva en torno a personajes atormentados por sus contradicciones psicológicas, como en La señorita Julia.

Rusia: el Teatro de Arte de Moscú y el sistema Stanislavski

Konstantin Stanislavski intenta abordar la interpretación de una forma psicológica y naturalista. Funda el Teatro de Arte de Moscú, hasta convertirlo en el laboratorio escénico más importante del mundo. Crea el sistema Stanislavski, basado en una técnica vivencial: tras el análisis de la obra, los intérpretes debían interiorizar el mundo emocional del personaje para proyectarlo en escena como si lo vivieran realmente. Sus conclusiones se recogen en estudios como Un actor se prepara o La construcción del personaje. Anton Chéjov es un representante fundamental del naturalismo moderno. En su teatro retrata la vida rusa y desarrolló una nueva técnica de acción indirecta: diseccionaba los detalles de la caracterización e interacción entre los personajes más que el argumento. Tío Vania es una de sus obras más conocidas. Otros dramas de Chéjov son La gaviota, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos.

Inglaterra: dramaturgos británicos

Se crea un Teatro Independiente, siguiendo el modelo del Teatro Libre de Antoine. Bernard Shaw hace en sus obras una crítica de la injusticia social. Destaca su obra Pigmalión. Oscar Wilde se encuadra dentro del realismo por sus argumentos costumbristas. Obras: El abanico de Lady Windermere, Una mujer sin importancia, Un marido ideal, La importancia de llamarse Ernesto y Salomé.

España: el teatro realista

Algunos autores intentaron seguir las corrientes europeas. Joaquín Dicenta trata el tema proletario en su polémico Juan José. Benito Pérez Galdós hizo una crítica de la intolerancia y el conservadurismo en adaptaciones teatrales de algunas de sus novelas, como Realidad, Doña Perfecta o La loca de la casa. Especial repercusión tuvo su drama Electra, inspirado en el caso real de una joven de la época obligada a recluirse en un convento.

El Teatro Neoclásico

A partir de la segunda mitad del siglo XVII se impone el Neoclasicismo. La escena francesa se impone en el teatro europeo de esta época. Se produce la mejora de los locales de representación. La mayor innovación es la creación del drama, que permite mostrar situaciones más realistas y cercanas. Crece la figura del actor y aparece una nueva figura: la del director de escena. Surgen los primeros tratados teóricos y las primeras escuelas y academias dramáticas.

El teatro neoclásico en Francia

En el siglo XVII, en Francia se había impuesto el clasicismo, basado en el dominio de la razón. Se seguían los preceptos aristotélicos, recuperados por las Poéticas:

  1. Separación de tragedia y comedia: la tragedia en verso; la comedia en verso y prosa para la sátira de costumbres.
  2. Moderación y sencillez en la presentación de los contenidos.
  3. Personajes nobles para la tragedia y plebeyos para la comedia.
  4. Regla de las tres unidades.
  5. Estructura en cinco actos.

La única novedad en la escena francesa es la influencia de la Commedia dell’Arte. Pierre de Marivaux parte de Molière. Destaca su obra Las falsas confidencias. Voltaire es seguidor de Racine y crítico con el teatro isabelino y la comedia barroca española. Renueva la tragedia con nuevos temas y personajes, como en Zaira y Semíramis. Pierre-Augustin Caron Beaumarchais aúna las normas del clasicismo francés. Obras: El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro.

El teatro neoclásico en Italia

Se imponen las leyes del Neoclasicismo, el culto a la razón y su finalidad moral. Surge el género del melodrama. Metastasio escribe Dido abandonada. Carlo Goldoni funda la comedia moderna italiana. Obras: Arlequín, servidor de dos amos; comedias costumbristas como La posadera y El café. Vittorio Alfieri escribe obras trágicas con contenidos propios del Romanticismo, como la libertad del individuo. Destacan Cleopatra y Agamenón.

El teatro neoclásico en Inglaterra y en Alemania

Se produce una reacción frente a la comedia de la Restauración, con un nuevo drama sentimental con asuntos domésticos y cotidianos, con David Garrick como figura destacada. En Alemania se sigue el modelo francés, con Gothold Ephrain Lessing. Hacia 1770 surge el movimiento Sturm und Drang (tormenta y pasión), que valora el sentimiento, la libertad y la imaginación, con autores como Goethe y Schiller.

El teatro neoclásico en España

En la primera mitad del siglo XVIII pervive el teatro barroco, con una fórmula teatral híbrida de escaso valor literario y episodios violentos, y las comedias de magia, fantasiosas, llenas de efectos y prodigios. Ramón de la Cruz es el máximo representante de un teatro breve y costumbrista, el sainete. Presentan escenas costumbristas del Madrid castizo de la época. En la segunda mitad del siglo surge el nuevo teatro neoclásico, preocupado por las reglas y por la finalidad educativa como instrumento de reforma cívica y moral para la transformación de la sociedad. Cuenta con el apoyo oficial y está respaldado por las poéticas de la época.

Sus características son:

  1. Finalidad didáctica y reformadora para erradicar los vicios y fomentar las virtudes a través de la educación.
  2. Separación tajante de los géneros: tragedia y comedia.
  3. Regla de las tres unidades.
  4. Planteamiento verosímil y enfoque racional y realista de los hechos.
  5. Estructura en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace.

La tragedia

Tras los fracasos de Pelayo de Jovellanos o Sancho García de José de Cadalso, Vicente García de la Huerta consiguió el éxito con Raquel.

La comedia

Destacan Nicolás Fernández de Moratín con La petimetra y Tomás de Iriarte con La señorita malcriada. Leandro Fernández de Moratín alcanza las claves del éxito gracias a la identificación del público con los personajes, que son de la burguesía. Su teatro tiene una clara finalidad didáctica. El tema fundamental es el de la hipocresía social, los conciertos matrimoniales desiguales (El viejo y la niña, El barón, El sí de las niñas) y la educación de los jóvenes (La mojigata).

El sí de las niñas es la obra maestra de Moratín:

  1. Unión de inteligencia y sentimiento.
  2. El perfecto ritmo teatral.
  3. La efectividad del uso de las unidades escénicas.
  4. La naturalidad y eficacia dramáticas del diálogo.

La obra se basa en un concierto matrimonial fundado en la inautenticidad. El argumento tuvo gran éxito en la época, ya que refleja el conflicto entre la autoridad paterna y la libertad de los hijos, los imperativos sociales y los derechos del individuo. Se critica la educación, el disimulo y la hipocresía.