Tendencias Literarias del Siglo XVIII: Del Barroco al Prerromanticismo

Lírica en el Siglo XVIII

La lírica del siglo XVIII en España se caracteriza por una diversidad de estilos que reflejan diferentes criterios ideológicos y formales. Tras la publicación de la Poética de Ignacio de Luzán en 1737, se impulsa una renovación poética.

Características de la nueva poesía (según Luzán):

  • Brevedad y claridad.
  • Novedad y honestidad.
  • Utilidad y verosimilitud.
  • Seguimiento de las reglas del “buen gusto”, en contraposición al Barroco.
  • Búsqueda de la metáfora proporcionada.
  • Exaltación de autores como Garcilaso y fray Luis, criticando a los barrocos.

Tendencias poéticas (por orden cronológico):

  1. Barroquizante: Primeros decenios del siglo XVIII. Imitación de la lírica barroca. Autores: José León y Mansilla (Soledad tercera), Diego de Torres Villarroel y Eugenio Gerardo Lobo (letrillas satíricas). Temas: muerte, paso del tiempo, apariencias.
  2. Rococó-Anacreóntica: Poesía de salón, frívola y sensual. Celebración de los placeres de la vida (anacreóntica). Formas: letrilla, romance, silva. Lenguaje emotivo: exclamaciones, diminutivos, epítetos, seudónimos. Temas: amor, amistad, convites, bailes. Autor destacado: Cadalso (Ocios de mi juventud).
  3. Neoclásica: Sometimiento a la regularidad. Búsqueda de recursos expresivos sin excesos. Dominio de la imaginación y el ornato. Atención a la verdad moral y la utilidad práctica. Temas renacentistas: mitología, amor, épica, bucolismo (égloga). Autores: Meléndez Valdés y García de la Huerta (Endimión).
  4. Ilustrada: Corriente principal a partir de 1770. Vehículo de las ideas ilustradas: nuevos criterios morales, racionalismo, progreso, arte, etc.
  5. El poema se centra en la emoción y el ornamento, a veces con carácter prosaico. Temas: poesía filosófica, didascálica, político-social, religiosa-moral, civil y patriótica. Ejemplos: Fábulas literarias de Iriarte y Fábulas morales de Samaniego (con intención didáctica).
  6. Prerromántica: Finales del siglo XVIII. Poesía reflexiva e intimista. Preponderancia del sentimiento y el yo lírico. Abundancia de llanto, queja, tedio, angustia. Recursos: apóstrofe, exclamaciones, vocativos, adjetivación. Obras: Mis desengaños (Meléndez Valdés), A la muerte de Filis (José Cadalso), Las ruinas. Pensamientos tristes (Conde de Torrepalma).

Prosa en el Siglo XVIII

La prosa del siglo XVIII se manifiesta en tres modelos principales: novela, ensayo, novela epistolar y periódico. La prosa se convierte en el vehículo ideal para expresar ideas, criticar costumbres y analizar problemas sociales a la luz de la razón. Esta actitud didáctica, influenciada por el auge del periodismo, da lugar a una prosa documentada, basada en la observación de la realidad, con un lenguaje ameno y directo. Se produce un declive de la novela de ficción y un auge de la literatura reflexiva: cartas, discursos, diarios, memoriales, etc.

Destaca especialmente el género ensayístico y la literatura epistolar. El ensayo, un texto periodístico extenso, permite a los autores proponer reformas sociales, económicas y culturales. Se caracteriza por un tono reflexivo y racional, fundamentado en la experimentación y la observación.

Gaspar Melchor de Jovellanos, figura clave del ensayo y la política, representa el modelo de ilustrado de la época. Su estilo es ameno y cercano. Obras principales:

  • Memoria sobre la educación pública: la enseñanza como base del progreso.
  • Informe sobre la ley Agraria.

José Cadalso, en la literatura epistolar, destaca con Cartas Marruecas. Tema central: España. Cartas escritas por diferentes interlocutores que abordan problemas como el atraso de la sociedad española y el inmovilismo de los poderosos, criticando tradiciones y hábitos obsoletos.

El Ensayo y la Literatura Epistolar: Herencia de la Ilustración Francesa

El ensayo, influenciado por la Ilustración francesa, adopta un estilo ameno y claro, similar al lenguaje periodístico, para evitar el tono doctrinal. Los autores proponen reformas sociales, económicas y culturales.

  • Buscan impulsar la reflexión racional, superando el dogmatismo anterior, y promover el estudio basado en la observación y la experimentación. El ensayo se difunde principalmente a través de la prensa.
  • La literatura epistolar, dirigida a personajes reales o ficticios, también sirve como medio para la crítica.

Autores Destacados y sus Obras:

Benito Jerónimo Feijoo

  • Objetivo: Integrar la novedad metodológica y el espíritu científico con el pensamiento eclesiástico.
  • Teatro Universal: Discursos que difunden ideas modernas: importancia del conocimiento, dignificación de los oficios, pacifismo, rechazo a la nobleza ociosa.
  • Cartas eruditas y curiosas: Rechazo a la superstición y el fanatismo. Promoción del pensamiento racional. Presentación de conocimientos de la época para introducir nuevas teorías y desterrar errores comunes. Cuestionamiento de las ideas vigentes.

José Cadalso

  • Cartas Marruecas: Obra epistolar. Tema central: España. Análisis del carácter español, el atraso social y económico, el inmovilismo de las clases poderosas. Importancia del costumbrismo. Crítica a tradiciones y hábitos. Uso de la técnica del perspectivismo a través de la mirada del extranjero.

Gaspar Melchor de Jovellanos

  • Modelo de ilustrado: intelectual polifacético, culto y activo en la vida sociopolítica.
  • Su obra como vehículo para proponer y razonar sus reformas.
  • Escritos en tono didáctico y utilitario.
  • Informe sobre la ley Agraria: Exposición de las causas del retraso agrario y propuestas de soluciones.
  • Memoria sobre la ley de espectáculos y diversiones públicas: Análisis de la contribución de las fiestas públicas al interés general. Defensa del teatro neoclásico. Crítica de los espectáculos populares.
  • Memoria sobre la educación pública: Defensa de la importancia de la enseñanza. Promoción de lenguas modernas y saberes prácticos.

Ignacio de Luzán

Crítico zaragozano. Obra principal: Poética (1737). Postulados retóricos de autores grecolatinos (Aristóteles). Separación de géneros literarios, unidades dramáticas, decoro poético, mímesis y verosimilitud. Carácter prescriptivo.

Teatro en el Siglo XVIII

Hasta 1750: Continuación de los modelos teatrales barrocos. A partir de 1750: Renovación y aparición de diferentes propuestas dramáticas.

La Renovación Teatral (Teatro Neoclásico):

Características (propuestas en la Poética de Luzán):

  • Intención didáctica: El teatro como medio para difundir ideas reformistas.
  • Sometimiento a las reglas:
    • Verosimilitud del argumento.
    • Decoro: el personaje actúa según su condición.
    • Respeto a las unidades de lugar, tiempo y acción.
    • No mezclar elementos trágicos y cómicos.
    • Evitar escenas violentas (solo narradas).
    • Máximo tres personajes en escena a la vez.
    • Eliminación del gracioso.
    • Lenguaje claro.

Géneros Teatrales:

Tragedia Neoclásica

Sometimiento a las reglas neoclásicas y a la métrica. Puente entre la comedia tradicional española y la tragedia romántica. Género artificial, imitación de lo extranjero (principalmente francés). Autores: Nicolás Fernández Moratín (Lucrecia), Cadalso (Sancho García). Destaca: Vicente García de la Huerta, Raquel (1778), única tragedia del XVIII con éxito: representaciones simultáneas en España, múltiples ediciones y copias manuscritas. Cumplimiento de las reglas, ausencia del gracioso, versos endecasílabos, lenguaje calderoniano, tema: conjura de los nobles para dar muerte a Raquel. Eje temático-crítico: patriotismo, crítica a la tiranía, patetismo y espectacularidad.

Comedia Sentimental (Comedia Lacrimosa)

Planteamiento de aspectos donde la honradez y la virtud, al margen de los códigos estamentales, recibían un tratamiento social injusto. Provoca compasión en el público. Final feliz. Fin didáctico y moralizante. Sigue las reglas neoclásicas, pero combina tragedia y comedia. Modelo: teatro francés. Obra destacada: El delincuente honrado (1773) de Jovellanos (tema: duelos y confrontación entre ley y conciencia).

Comedia de Costumbres y Sainete

A partir de 1760: Géneros menores que reflejan nuevos hábitos sociales, modas extranjerizantes y progresos, así como la oposición tradicionalista. Comedias de costumbres burguesas: La petimetra (1762) de Nicolás Fernández Moratín (ridiculización de mujeres que imitan la moda francesa). Respeto a las reglas neoclásicas. Iriarte: temas como la educación de los jóvenes y los vicios matrimoniales (La señorita malcriada, 1787; El señorito mimado, 1788). El sainete: tratamiento burlesco de las comedias de costumbres. Obras breves en verso, estructura sin trama, tono satírico. Representación al comienzo o en los entreactos de obras mayores. Autor representativo: Ramón de la Cruz (retrato de la vida madrileña, tipos pintorescos, vicios y hábitos sociales, óptica caricaturesca).

Comedia Ilustrada

Máximo representante: Leandro Fernández de Moratín (1760-1828). Innovación en la comedia. Único autor que consigue una evolución del teatro en el siglo XVIII. Temática ilustrada e instructiva. Vuelta al teatro de inspiración clásica: “buen gusto”, equilibrio, reglas aristotélicas, verosimilitud, decoro, separación de géneros. Obra destacada: El sí de las niñas (denunciada por la Inquisición por el tratamiento de la mujer).