Vanguardias Literarias y la Generación del 27: Innovación y Tradición

Vanguardias Literarias: Contexto y Características

Frente a los retos y avances de la sociedad de su tiempo, las vanguardias literarias proponen nuevas formas de entender la cultura y la creación estética. Los adelantos científicos ponen de manifiesto las limitaciones del hombre y la inestabilidad del mundo. Surgen filosofías que rechazan la existencia de Dios y afirman la dimensión soberana del hombre (Nietzsche). Como consecuencia, se produce una grave crisis espiritual que se manifiesta en todas las artes. Así, nacen numerosos movimientos rupturistas que se oponen a las consideraciones estéticas anteriores. El motor de la vanguardia es, pues, el afán de originalidad, la voluntad de hacer un arte nuevo que sea capaz de reflejar el nuevo espíritu de la época.

Principales Ismos

  1. Futurismo

    Su autor es el italiano Filippo Tommaso Marinetti y en él se plantean algunas claves de la nueva estética, como la pasión por la velocidad y el progreso. La poesía futurista potencia, además, el valor, la audacia y la revolución. El poeta es un artista al que nada ni nadie debería frenar. Autores como Salinas o Alberti presentarán rasgos futuristas.

  2. Expresionismo

    El Expresionismo tiene su origen en Alemania. Se caracteriza por su carácter crítico y la constante denuncia social. Los artistas expresionistas dan gran valor a la imaginación y al sueño. En poesía, los temas fundamentales están inspirados por la visión crítica de la sociedad y los sentimientos de horror, sufrimiento y solidaridad, nacidos como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.

  3. Cubismo

    Tiene su inicio en la pintura con Pablo Picasso. En poesía, el Cubismo intenta eliminar lo anecdótico, se abandona la puntuación y la métrica es irregular.

  4. Dadaísmo

    El Dadaísmo surge con Tristan Tzara. Los dadaístas consideraban que había que destruir todo lo anterior y empezar de cero.

  5. Surrealismo

    Los surrealistas proponen adentrarse en el mundo del subconsciente y de los sueños, únicos ámbitos donde se encuentra el funcionamiento real del pensamiento. Se halla muy influida por Sigmund Freud. André Breton y Louis Aragon son sus máximos exponentes.

Las Vanguardias en España

En España, las vanguardias se caracterizan por el rechazo de la poesía mimética realista. Dos son los ismos propios de nuestras letras: Creacionismo y Ultraísmo. Presentan rasgos comunes como la preocupación por la disposición gráfica del poema y la obsesión por el cultivo de la imagen aislada.

Creacionismo

El Creacionismo nace con el chileno Vicente Huidobro y, en España, será Gerardo Diego su principal cultivador. Sus planteamientos estéticos se basan en la creación de un lenguaje nuevo, constituido por metáforas sorprendentes, juegos fónicos y eliminación de lo accesorio.

Ultraísmo

El Ultraísmo es la versión española de las vanguardias. Sus principales figuras son Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre y Rafael Cansinos-Assens. Conceden especial importancia a la metáfora y abogan por la supresión de la anécdota, de lo narrativo y del exceso retórico. Se evita lo sentimental y se produce una percepción fragmentaria de la realidad (un mundo incoherente no puede tener otra expresión que la de la fragmentación y la incoherencia).

La Generación del 27: Características y Miembros

Los poetas de la Generación del 27 nacen entre 1891 (Salinas) y 1905 (Altolaguirre). Tienen una formación intelectual semejante. La mayoría son universitarios, algunos llegan a ser profesores (Pedro Salinas, Gerardo Diego, Guillén, Dámaso Alonso…). Casi todos pasaron por la Residencia de Estudiantes, centro educativo heredero de la Institución Libre de Enseñanza. El acontecimiento generacional que les une (aunque muchos ya se conocían) es la celebración del tricentenario de la muerte del poeta cordobés Luis de Góngora en 1927. Se oponen a los que no reconocían el talento de Góngora (organizan incluso manifestaciones de protesta contra la Real Academia Española). Celebran un homenaje en el Ateneo de Sevilla, invitados por el poeta y torero Ignacio Sánchez Mejías. Colaboran en las mismas publicaciones: Revista de Occidente, Litoral y Mediodía. De 1920 a 1936 sus vidas están muy unidas.

No hubo un líder claro, aunque algunos hablan de Juan Ramón Jiménez. No se alzan contra la generación anterior; de hecho, son muy respetuosos con la tradición literaria española. No existe un estilo único y en todos hay un deseo de renovar el lenguaje poético. A veces coinciden en su trayectoria, si bien cada uno mantiene un estilo muy personal. Buscan el equilibrio y la armonía entre diversas tendencias:

  • Equilibrio entre los sentimientos y la razón. La poesía pura tiene un toque más humano en los poetas del 27. Por otra parte, la lírica rehumanizada no desatiende los postulados del intelecto.
  • Proponen un arte válido tanto para las minorías como para las mayorías. Por ello aúnan lo culto, lo vanguardista y lo popular.
  • Rescatan lo mejor de todas las generaciones precedentes: se sienten atraídos por la experimentación vanguardista. Se declaran herederos de la generación anterior (admiran a Juan Ramón, Gómez de la Serna, Unamuno, los Machado, Rubén Darío…), así como de la poesía simbolista de Bécquer.

Pedro Salinas

Obra

Pedro Salinas es considerado uno de los mejores poetas de amor, no sólo de la Generación del 27 sino de toda la historia de la literatura europea. Su aventura hacia lo absoluto, como él mismo califica su poesía, ha sido dividida en tres etapas:

  • Hasta 1932: Poesía pura influida por Juan Ramón Jiménez y con aires futuristas: Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931).
  • Entre 1935 y 1939: La temática fundamental es la de un amor antirromántico, fuente de crecimiento humano, que otorga sentido a la existencia. La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1939) son las principales obras de esta época.
  • Desde 1939: En este período sufre Salinas un profundo conflicto entre su fe sincera en el ser humano y las amargas circunstancias exteriores (exilio, Guerra Civil, Segunda Guerra Mundial, lanzamiento de la bomba atómica…). Sus obras fundamentales son El Contemplado (1946), Todo más claro (1949) y Confianza (1955).

Estilo

Salinas busca la esencia de las cosas, convirtiéndola en materia lírica. Usa un lenguaje poco recargado, antirretórico, caracterizado por el empleo de antítesis, políptotos y pronombres personales.

Jorge Guillén

Obra

Aire nuestro, que se divide en cinco ciclos: Cántico (1919-1950), Clamor (1950-1963), Homenaje (1967), Y otros poemas (1973) y Final (1982).

  • En Cántico se recogen trescientos poemas en los que se reafirma el estado de satisfacción del autor ante la realidad. El amor es el cenit de la existencia.
  • Clamor, tiempo de historia es un ciclo dividido a su vez en tres partes: Maremágnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963). Se sensibiliza y protesta contra el dolor provocado por las desafortunadas circunstancias históricas.

Estilo

Es el máximo representante de la poesía pura dentro de su generación. Su lenguaje es sumamente elaborado y condensado.

Gerardo Diego

Obra

La poesía de Gerardo Diego se caracteriza por su sorprendente variedad en cuanto a técnica, estilo y temas. Algunas de sus obras son: El romancero de la novia (1918), Imagen (1918-1925), Manual de espumas o Poemas adrede (1924), Versos humanos (1925) y Alondra de verdad (1941).

Estilo

Usa multitud de estilos y tonos diferentes. En lo tradicional destaca por sus canciones populares y sus sonetos. En el aspecto vanguardista destaca por usar el verso libre, y recursos retóricos como símiles, metáforas y juegos de palabras.