La Filosofía de Marx en la Era Industrial del Siglo XIX

La Era Industrial del Siglo XIX y el Surgimiento del Marxismo

La Segunda Revolución Industrial y sus Consecuencias

El siglo XIX europeo se caracterizó por grandes cambios históricos y económicos que marcarían el futuro de la humanidad. En este período, surgió en Inglaterra la Segunda Revolución Industrial, más extensa que la anterior, que duraría hasta finales de siglo y cuyas consecuencias transformarían la historia. La aplicación de inventos como la industria ferroviaria, eléctrica, química y siderúrgica generó un avance tecnológico sin precedentes, acumulando enormes cantidades de riqueza en un grupo minoritario de inversores, los capitalistas, que se convirtieron en la clase social más poderosa.

El Auge del Liberalismo y la Aparición del Proletariado

Muchos países europeos se adaptaron a los rápidos cambios económicos, adoptando el parlamentarismo liberal y democrático como forma de gobierno, un sistema ya implementado en Inglaterra que permitió extender el liberalismo económico y político. Surgieron los primeros pensadores y teóricos de esta nueva visión del mundo, como los economistas Adam Smith y David Ricardo, quienes sentaron las bases de un liberalismo total en el que las leyes del capitalismo se ajustaban a las leyes naturales. La oferta y la demanda marcarían el rumbo de la economía y, por lo tanto, de la sociedad. Frente a esta visión liberal, surgió una nueva clase social: el proletariado, formado por los trabajadores de las fábricas que soportaban pésimas condiciones laborales. Antiguos campesinos que llegaban a las ciudades en busca de una vida mejor se encontraban trabajando largas jornadas por un salario miserable que apenas les permitía subsistir en condiciones deplorables.

El Socialismo Utópico y la Propuesta de Marx y Engels

Ante esta situación, aparecieron los primeros sindicatos y el socialismo, inicialmente utópico, que denunciaban los abusos del gran capital. Los trabajadores comenzaban a tomar conciencia de su clase social y a reclamar mejores condiciones. Sin embargo, fueron Marx y Engels quienes propusieron una versión científica del socialismo, inspirada en el materialismo histórico, que buscaba un cambio social revolucionario: el comunismo.

El Feminismo en el Siglo XIX

En este contexto de grandes cambios, la segunda ola del feminismo adquirió una importancia vital. Las mujeres comenzaron a exigir sus derechos en una sociedad que las discriminaba económica y socialmente. Entre sus reivindicaciones se encontraban el sufraxio universal, el reconocimiento de sus derechos civiles y legales (sin depender de los hombres), la participación en política y, de vital importancia, el derecho a la educación y a la propiedad. El parlamentario inglés Stuart Mill, filósofo liberal, fue un defensor de la igualdad e incluso pidió la legalización del voto femenino, aunque sin éxito.

La Visión de Marx y Engels sobre la Discriminación Femenina

Marx y Engels criticaban el capitalismo como la raíz de la discriminación femenina, afirmando que su sustitución por el comunismo resolvería el problema. Sin embargo, el propio movimiento feminista comprendió que la discriminación era un problema más complejo que el factor económico. Las mujeres lideraron la lucha por sus derechos, dando origen al movimiento obrero feminista y la lucha por el sufraxio femenino. Destacaron figuras como Flora Tristán, Clara Zetkin y Alejandra Kollontai.

La Filosofía de Marx: Materialismo Histórico y Alienación

Marx fue el pensador más importante del siglo XIX, con su tesis sobre el materialismo histórico que rompía con la tradición filosófica occidental, la cual se había limitado a interpretar el mundo, mientras que Marx buscaba transformarlo. Obras como El Capital y El Manifiesto Comunista cambiaron el mundo.

Fuentes de la Crítica Marxista

La filosofía marxista se basa en la crítica de tres fuentes principales:

  1. Crítica a la filosofía de Hegel: Marx y Engels desarrollaron ideas materialistas de la historia, afirmando que el motor de la historia son las condiciones económicas que determinan la organización social.
  2. Crítica al liberalismo económico: Se opusieron a la no intervención del Estado en la economía propuesta por Adam Smith, proponiendo la sustitución del capitalismo por el comunismo.
  3. Crítica al socialismo utópico francés: Rechazaron las reformas y mejoras en las condiciones laborales propuestas por el socialismo utópico por no ofrecer un plan para su implementación.

Conceptos Fundamentales: Materialismo Histórico

El materialismo histórico es una teoría científica sobre la historia y la sociedad. Marx consideraba que las condiciones sociales y económicas de una sociedad determinan su forma de pensar. La economía se sitúa en el centro de la evolución histórica, condicionando la cultura, la religión, las costumbres y la moral. El modo de producción tiene dos partes fundamentales:

  • Infraestructura: Formada por las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las relaciones de producción dividen la sociedad en clases sociales, y el motor de la historia es la lucha de clases entre opresores y oprimidos.
  • Superestructura: La producción espiritual está condicionada por la infraestructura económica, incluyendo la superestructura jurídico-política (leyes, formas de gobierno) y la ideología (interpretaciones científicas, religiosas, filosóficas).

Conceptos Fundamentales: Alienación

El concepto de alienación en Marx supone una ruptura con la filosofía anterior, ya que considera que lo más importante del ser humano no es la racionalidad, sino su capacidad para transformar la realidad con su trabajo. Solo los seres humanos pueden cambiar la realidad. Su crítica se centra en que el capitalismo y la necesidad del trabajador de trabajar para subsistir se convierten en un instrumento de explotación, y el ser humano vive alienado por el sistema económico. Sufre un proceso de deshumanización, buscando los intereses de los capitalistas en lugar de los propios.

Tipos de Alienación
  • Respecto al producto del trabajo: El trabajo se convierte en una mercancía que solo beneficia al capitalista.
  • Respecto a la actividad del trabajo: El trabajador se siente alienado porque el trabajo se le impone en condiciones inhumanas. Se siente obligado y su trabajo le resulta desagradable. Marx llama a esta explotación plusvalía.

La alienación económica da lugar a otros tipos de alienación:

  • Alienación política: Separación de la sociedad civil y el Estado.
  • Alienación social: El capitalismo enfrenta a los humanos entre sí por cuestiones económicas.
  • Alienación religiosa: La religión se presenta como un medio para oprimir a la clase trabajadora, ofreciendo consuelo ante el sufrimiento y la promesa de una vida mejor después de la muerte. Además, permite controlar las protestas de los trabajadores.

La Lucha de Clases y la Utopía Comunista

El enfoque marxista se basa en la idea de que el capitalismo es un sistema económico injusto y que solo la lucha de clases conducirá a un nuevo modelo de producción que liberará a los humanos de la opresión. La aplicación del comunismo eliminaría las clases sociales, aboliría la propiedad privada y permitiría a los humanos desarrollarse libremente.