Exploración de la Luz y el Color en la Obra de Monet: Contrastes, Impresiones y Series

Contraste y Luz en la Obra Temprana de Manet

En referencia a los tonos empleados, resulta sorprendente el contraste entre los negros trajes masculinos y la clara desnudez de la modelo, eliminando las tonalidades intermedias para marcar aún más esta diferencia. El empleo del negro puro no era muy académico, por lo que las obras de Manet eran frecuentemente censuradas por críticos y jurados oficiales. Al fondo, recurre al abocetado que caracteriza sus primeras escenas, quizá para acentuar la sensación de profundidad y de aire, como hizo Velázquez, uno de sus pintores favoritos. El fuerte foco de luz incide directamente sobre el grupo, sin apenas crear sombras, apreciándose la influencia de la estampa japonesa. Resulta interesante mencionar el excelente dibujo del que siempre hará gala el artista, aprendido en el taller de Couture y en las largas sesiones del Louvre copiando a los clásicos, que sirvieron siempre de referencia al pintor.

Series y la Captura de la Luz en Monet

Catedral de Rouen a Pleno Sol, 1894

La serie sobre la catedral de Rouen refuerza las teorías de Monet iniciadas años antes con los Almiares. Según estas, los objetos varían dependiendo de la luz que se les aplique. No es lo mismo una iluminación matutina que vespertina cuando incide sobre un mismo elemento. Aquí observamos la fachada de la catedral a pleno sol, por lo que las líneas de sus contornos se difuminan y casi desaparecen. Los arcos de las portadas, el rosetón o la decoración gótica son absorbidos por el sol, provocando profundos contrastes de luz y sombra, sombra que ahora es más oscura aunque dominan en ella las tonalidades malvas. La rapidez del trazo refuerza la idea de inmediatez y, especialmente, la impresión que causa esta magnífica catedral gótica a Claude.

Interior de la Estación Saint-Lazare, 1877

En 1876, Monet se interesó por un nuevo motivo: el efecto del vapor y la luz en la estación de ferrocarril de Saint-Lazare. Para ello, alquiló un estudio cercano al lugar y solicitó permiso al Director del Ferrocarril para retrasar la salida de los trenes y situar su caballete bajo la marquesina de la estación. No hubo ningún inconveniente para que los trenes fueran retenidos, los andenes cerrados o las locomotoras se cargaran para expulsar la mayor cantidad de humo posible. Fruto de esta ardua labor es una docena de lienzos en los que el efecto de la luz sobre el humo de las locomotoras es el gran protagonista. Como casi siempre ocurre en las obras de Monet, las diferentes luces también se convierten en estrellas, según apreciamos en esta imagen si la comparamos con el Tren de Normandía. Bajo la estructura férrea de la estación, los trenes expulsan nubes de humo que adquieren una tonalidad malva por la luz del sol. Las siluetas de los edificios del fondo se diluyen y crean un conjunto de gran modernidad. La pincelada empleada por Monet es muy rápida, de modo que la forma va perdiendo importancia ante el color y la luz, pilares del Impresionismo.

El Nacimiento del Impresionismo

Impresión, Sol Naciente, 1872

El único canal de exposición con que contaban los pintores en la Francia del siglo XIX era el Salón de París, vinculado a la Escuela de Bellas Artes, que contaba con un prestigioso jurado que seleccionaba las obras enviadas. El escándalo de 1863 —con la presentación del Desayuno en la hierba de Manet— motivó la creación del Salón de los Rechazados, que tenía más éxito entre los jóvenes creadores que el oficial al exhibir obras más modernas. Los pintores que se reunían en el Café Guerbois en torno a Manet decidieron crear un foro de exposición diferente a los oficiales, en el que pudieran mostrar sus obras todos los artistas independientes. Así surge la I Exposición de la sociedad anónima de artistas pintores, escultores y grabadores, que tuvo lugar entre el 15 de abril y el 15 de mayo en las salas que el fotógrafo Nadar les prestó. Acudieron 3.500 visitantes, que se rieron de la pintura tan moderna que contemplaban. A esa exposición, Monet presentó nueve cuadros, entre los que destacó esta imagen que contemplamos, ya que fue la que dio nombre al grupo. El crítico Louis Leroy denominó a la muestra “Exposición de los Impresionistas” en referencia a este cuadro y de manera totalmente despectiva. Sin embargo, los integrantes de la sociedad admitieron ese nombre como denominador del grupo. Impresión, sol naciente es una imagen tomada directamente del natural por Monet en Le Havre, representando las neblinas del puerto al amanecer mientras que el sol “lucha” por despuntar, creando magníficos reflejos anaranjados en el mar y en el cielo. La sensación atmosférica domina una escena en donde las formas desaparecen casi por completo. Los colores han sido aplicados con pinceladas rápidas y empastadas, apreciándose la dirección del pincel a simple vista, resultando una imagen de enorme atractivo tanto por su significado como por su estética.

La Abstracción en las Ninfeas

Ninfeas Azules, 1916-1919

Ninfeas es en botánica el nombre científico que reciben los nenúfares blancos. Monet los cultivó en el jardín acuático que acondicionó en 1893 en su propiedad de Giverny, siendo fuente de inspiración los últimos años de su vida. Evacuando el horizonte y el cielo, Monet concentra el punto de vista en una pequeña zona del estanque percibida como una parte de la naturaleza, casi en plano de cerca. Ningún punto detiene la atención más que otro, y la impresión dominante es aquella de una superficie informe.