Goya: Evolución Artística y Contexto Histórico
Analiza la evolución de la obra de Goya, como pintor y grabador, desde su llegada a la Corte hasta su exilio final en Burdeos.
En el siglo XIX Europa es un siglo de cambios. La Ilustración, la Revolución Industrial y las Revoluciones políticas americana y francesa dan lugar al Neoclasicismo, que defiende la recuperación del arte clásico y el rechazo de los excesos decorativos del Barroco y el Rococó.
En España, el Neoclasicismo tuvo gran desarrollo, y es aquí donde tiene lugar la obra de Goya y Lucientes (1746-1828). Su importancia se debe a varios aspectos:
- Es un artista testimonio de su época.
- Su amplio conocimiento de la sociedad de la época le permite tratar temas relacionados con los distintos sectores sociales, reflejando su situación.
- Es precursor de otros movimientos pictóricos: Goya rompe con la pintura tradicional y utiliza su obra para “transformarla”.
- Su obra no solamente se limita a los formatos “clásicos”, sino que desarrolla series de grabados.
- Goya no se inscribe en un estilo concreto, sino que desarrolla una pintura muy personal que abrirá nuevos caminos a la pintura.
Podemos distinguir las siguientes etapas:
Primeros trabajos: Los tapices (1775-1792)
Es una época en la que su pintura evoluciona rápidamente, distinguiéndose dos periodos. El primero, con una pintura detallista y precisa, con obras de pocos personajes (“La merienda”). Y el segundo representado por El Quitasol (1777). Hay pocos personajes, pero la pintura es más suelta, a base de manchas, y la composición es más flexible y natural. Otras obras pertenecientes a esta época: La gallina ciega (1788), El pelele (1791), El columpio (1779).
La pintura de Corte: Goya retratista (1792-1808)
A partir de ahora pinta sobre todo retratos de la familia real y de personajes importantes. Son retratos sencillos, en ambientes íntimos, centrados en los personajes, donde podemos percibir la visión, positiva o negativa, que tiene de él. Como en La familia de Carlos IV, el mejor retrato de Goya. Está inspirado en las “Meninas” de Velázquez. Goya se incluye en el cuadro. El retrato de los personajes es físico, sin que Goya mejore su aspecto, y también psicológico. La técnica utilizada es muy suelta.
Otras obras de esta época: La maja desnuda y Los Caprichos
Los temas históricos: Cronista de la Guerra (1808-1819)
En 1790 suceden acontecimientos negativos en la vida de Goya. Todo ello le lleva a una pintura cada vez más crítica y desencantada. Aquí se sitúan dos de sus principales cuadros: La carga de los mamelucos o Los fusilamientos de la Moncloa, pintados después de la guerra.
Los fusilamientos representan una escena irreal, con dos grupos separados: los Franceses y los Españoles. Abandona la idealización y adopta un estilo más expresivo y dramático. Usa pinceladas sueltas y colores oscuros. Introduce lo grotesco y lo irracional en sus obras.
Otras pinturas de esta época: Los desastres de la guerra y La Junta de Filipinas
Las Pinturas Negras: Introspección (1820-1823)
Goya se instala en la llamada Quinta del Sordo. Decora dos de sus habitaciones con las Pinturas Negras, denominadas así por su temática negra y el predominio del color negro. Una de las escenas es Saturno devorando a su hijo. Las figuras son deformes, de tonos oscuros, y destaca la mancha roja de sangre. Las Pinturas Negras son de las más importantes de Goya.
Goya abandona la idealización y emplea una pincelada libre y violenta, con colores oscuros. La luz es mínima, utilizada para resaltar figuras espectrales y grotescas.
Algunas obras de esta época: Saturno devorando a su hijo, El aquelarre y Hombres leyendo.
La época final: El exilio en Burdeos (1824-1828)
Recupera de nuevo la alegría de vivir y realiza sus últimas obras, con un tono colorista y alegre. De esta época es La lechera de Burdeos, obra de pequeño tamaño, realizada con una técnica suelta, a base de manchas de color.
Otras obras: Corrida de toros en Burdeos y Mujer con mantilla
Los grabados: Un arte a lo largo de su carrera artística
Con la técnica del grabado, quería llegar a un público más amplio, y con el interés propio de un ilustrado, el de divulgar la cultura entre la sociedad y criticar los defectos de la sociedad para corregirlos. Forman series, publicadas en libros: los “Caprichos”, los “Desastres de la Guerra”, la “Tauromaquia” y los “Disparates”. En los “Caprichos” cada grabado se acompaña de una inscripción que aclara su sentido crítico, como en El sueño de la razón produce monstruos. En los “Desastres de la guerra” destaca el titulado Y no hay remedio.
Conclusión: La evolución artística de Goya es un reflejo de los cambios políticos, sociales y personales que vivió a lo largo de su vida. Su capacidad para adaptarse a las circunstancias, su aguda crítica social y su innovadora técnica lo convierten en un precursor del arte moderno.
El Impresionismo: Definición y Características Generales
El Impresionismo surge en Francia en la segunda mitad del siglo XIX como una reacción contra el academicismo y las reglas establecidas por las academias de arte. Enlaza con pintores o estilos anteriores, como la Pintura Romántica, por su interés en el paisaje y la naturaleza, y la Pintura de paisaje inglesa de John Constable o William Turner. Se puede incluir la pintura veneciana del Renacimiento, con su interés por el color. A este interés previo por el paisaje y el color se añaden el positivismo filosófico, la fotografía y los grabados japoneses. De estos últimos, toma el uso de colores planos, puntos de vista descentrados y desinterés por la perspectiva. De este conjunto de influencias se derivan los caracteres del Impresionismo:
- Su intención realista: Los pintores se dieron cuenta de que las formas y colores de los objetos no son cualidades reales y constantes, sino que dependen de la luz y el aire que los rodea. Los dos únicos elementos reales son Luz y Aire, temas principales de la pintura impresionista, como se observa en obras de Monet (Impresión, sol naciente) o Renoir (El molino de la Galette).
- La desvalorización del “Tema”: Las escenas más representadas son paisajes al aire libre, marinas, vistas fluviales. Los pintores dejan el taller y pintan en el exterior. Este proceso es favorecido por la aparición de colores al óleo fabricados industrialmente. Como la luz es cambiante, un mismo tema es pintado en diferentes horas o épocas del año, como Monet en sus series sobre los nenúfares, la Catedral de Rouen o la Estación de ferrocarril de S. Lázaro. No es más que un efecto de la luz en un momento concreto. Esto llega al extremo con Monet, quien en sus últimas obras se acerca a la pintura abstracta, al no ser casi reconocibles los objetos, como en sus cuadros de nenúfares.
- Técnica suelta y rápida: Predomina el color sobre el dibujo, por lo que los contornos son difusos. El color se aplica de forma abundante con pinceladas, utilizando los colores primarios y sus complementarios, eliminándose el negro, ya que es la negación de la luz. Los colores no se mezclan en la paleta, sino que son aplicados directamente sobre el lienzo.
La pintura impresionista fue rechazada inicialmente, y el término impresionismo fue utilizado por un crítico de arte tras la exposición del cuadro Impresión: sol naciente de Monet en 1874.
Se consideraba que era un estilo “femenino”, basado en la captación de impresiones. Posteriormente el nombre adquirió prestigio y sus obras se revalorizaron y se extendió por toda Europa y EEUU. En España destaca Joaquín Sorolla.
El Postimpresionismo
Es el primer estilo artístico contemporáneo que da inicio a las Vanguardias del siglo XX. El Impresionismo experimenta una evolución en la que se pueden distinguir tres épocas, que nos llevan desde la década de los años 70 del siglo XIX: 1º GENERACION DE IMPRESIONISTAS: Manet, Monet, Renoir, Degas, pasando por el NEOIMPRESIONISMO (Seurat y Signac) y el POSTIMPRESIONISMO, último periodo impresionista, a finales del siglo XIX. Pintores que se inician en el Impresionismo pero evolucionan hacia estilos muy personales, anticipando algunas de las vanguardias del siglo XX: Van Gogh, Gauguin, Toulouse-Lautrec y Cézanne.
Estos artistas, muy distintos entre sí, buscan nuevas formas de expresión y rompen con caracteres de la 1º generación impresionista y también con la forma de pintar de la segunda generación, que se había convertido en un método mecánico y repetitivo. Se vuelve al predominio del dibujo, resaltando las formas de los objetos, y a la importancia del tema. En Cézanne la pintura llegará a la simplificación. También hay un interés por el color y la luz. Los artistas buscan dotar a sus obras de una carga emocional y simbólica más profunda.
Las aportaciones de Cézanne y Van Gogh como precursores de las grandes corrientes artísticas del siglo XX
Vincent VAN GOGH (1853-1890). Su vocación por la pintura es tardía, pero intensa, con una evolución rápida y una producción muy abundante, aunque rechazada. La intención de sus obras es expresar los sentimientos que le produce el mundo, usando el color y las formas. Sus primeros cuadros son de temas naturalistas, como Comedores de patatas.
Se traslada a vivir a Arles, donde colabora con Gauguin. De esta época tenemos La siesta.
En 1888 sus obras son diferentes, como vemos en La noche estrellada (1889), que muestra el paisaje visto desde su habitación. Las pinceladas son amplias y sinuosas, creando un paisaje inquietante. Todo ello convierte a Van Gogh en antecedente del expresionismo.
Paul CEZANNE (1839-1906). Comienza como pintor impresionista, pero no tiene éxito y rompe con este estilo. Rechaza la intención “realista” de los impresionistas, pues éstos caen en una pintura “subjetiva”. Para Cézanne, la pintura debe mostrar la realidad que está por debajo de las apariencias y que es independiente del espectador que la observa. Su obra más representativa es Los jugadores de cartas, que repitió varias veces, simplificándolo cada vez más. El color es uniforme, la luz no influye sobre el objeto, y las formas se reducen a formas geométricas esenciales.
Todo esto da a su pintura una simplificación y geometrización, lo que constituye un precedente del Cubismo. El Impresionismo supuso una revolución en la forma de representar la realidad, y el Postimpresionismo marcó la transición hacia las vanguardias del siglo XX.