Obras Maestras del Arte: ‘Tableau II’ de Mondrian y ‘Interior holandés I’ de Miró

Tableau II de Piet Mondrian: Una Exploración del Neoplasticismo

Autor

Piet Mondrian (1872-1944)

Cronología

1921-1925

Estilo

Neoplasticismo

Técnica y Soporte

Óleo sobre tela

Localización Actual

Colección Max Bill, Zúrich

Descripción y Elementos Plásticos

Tableau II presenta una composición de cuadrados y rectángulos de diversos tamaños que albergan masas de colores primarios y brillantes. Estos elementos se combinan para formar un tejido cerrado que coincide con la superficie de la tela.

  • Color: Uso exclusivo de colores primarios (rojo, amarillo, azul) junto con el blanco y el negro.
  • Líneas: Una retícula de líneas negras horizontales y verticales delimita y aísla los colores, intensificando su impacto visual.
  • Forma: Omisión de líneas curvas y diagonales, buscando el equilibrio a través de una trama de cuadrados y rectángulos de diferentes medidas. Las formas geométricas se construyen a partir de líneas, colores y la suma de varias figuras.
  • Composición: Los colores y las formas en los límites del cuadro no están enmarcados. El blanco simboliza la luz.
  • Bidimensionalidad: Se evita la ilusión de profundidad.
  • Simbolismo: La verticalidad se asocia con el hombre, el espacio, la estática y la armonía, mientras que la horizontalidad representa la mujer, el tiempo, la dinámica y la melodía.

Interpretación

Mondrian, como pintor abstracto, se desentiende del tema figurativo. Los verdaderos protagonistas son las líneas y las formas geométricas. Su obra busca lo Absoluto, influenciado por las teorías teosóficas. El entramado de líneas tiene un significado simbólico:

  • Líneas verticales: Representan lo masculino, lo vital, lo espiritual y celestial, la vida.
  • Líneas horizontales: Simbolizan lo femenino, el reposo, lo material y terrenal, la muerte.

La función del artista, según el movimiento De Stijl, es crear una obra puramente plástica, eliminando elementos accesorios para alcanzar la esencia a través de un lenguaje plástico objetivo y universal.

Contexto Estilístico

El Neoplasticismo, un movimiento dentro de la Abstracción Geométrica que se desarrolló entre 1917 y 1924, propugna un arte racional y universal. Se caracteriza por:

  • El uso de la línea recta para crear divisiones armónicas.
  • Composiciones equilibradas y estáticas.
  • Una retícula de rectas ortogonales.
  • El empleo de colores primarios y neutros.

La teosofía sirve como base de la concepción pictórica de Mondrian, buscando materializar lo Absoluto. El movimiento De Stijl, con su revista homónima como instrumento de difusión, se caracterizó por el uso de la línea recta (horizontal y vertical), los colores primarios y planos, composiciones asimétricas y un marcado sentido del equilibrio. En 1925, la introducción de elementos diagonales por parte de Van Doesburg en sus obras marcó el fin del grupo.

Interior holandés I de Joan Miró: Una Visión Surrealista

Autor

Joan Miró (1893-1983)

Cronología

1928

Estilo

Surrealismo

Técnica y Soporte

Óleo sobre tela, 92 cm x 73 cm

Localización Actual

Museo de Arte Moderno (MOMA), Nueva York

Análisis Formal

En Interior holandés I, Miró reinterpreta la obra El tocador de laúd de Hendrick Martensz Sorgh, adaptándola a su propia gramática cromática y formal. Los colores son vibrantes, puros y planos, y las formas se distorsionan, adquiriendo una apariencia ameboide. Miró concibe al hombre como un conjunto de elementos (orejas, cabello, manos, boca), lo que se refleja en la peculiar disposición de las figuras en el lienzo.

El gato se convierte en el eje central de una composición centrífuga, acentuando la animación de la escena a través de un movimiento y una infinidad de detalles. Tres grandes franjas de color configuran el espacio de la habitación. En esta obra, se aprecia un Miró con un lenguaje pictórico consolidado, con elementos que se convertirán en constantes en su obra posterior: líneas de relación que conectan personajes y objetos, vigorosos trazos negros que atraviesan manchas de color, y elementos naturales y rurales (animales de campo, el sol).

Tanto en la obra de Miró como en la original, se pueden identificar el laúd (aunque ampliado), el hombre que lo toca, el perro en primer plano, el gato debajo de la mesa y la ventana con el paisaje a la izquierda. El músico, una figura orgánica que se extiende como una mancha blanca, tiene un rostro de un solo ojo enfurecido. La mujer de El tocador de laúd se transforma en una silueta sobre la mesa, bajo la cual se encuentra el gato.

Miró estudió la dinámica de las líneas y el ritmo del cuadro original, logrando colocar al tocador de laúd en el centro de un remolino, generando una sensación de movimiento danzante en la composición. Mientras que la obra de Sorgh transmite orden, la interpretación de Miró irradia una clara sensación de movimiento.

El resultado final es una neutralización del espacio doméstico, invadido por personajes y animales del mundo rural. Para Miró, los animales eran manchas, ojos y orejas; las personas, cabezas, manos, pies, lenguas, dientes, senos y sexos; la tierra, una madre nutricia con pezones; las montañas revelaban sus secretos en forma de fuego o animales como serpientes, simbolizando ríos; y los árboles eran presencias verticales con hojas que invadían el espacio.

Interpretación

Miró aspiraba al realismo, y sus figuras, por extrañas que parecieran, siempre hacían referencia a algo concreto, ya fuera una persona o un animal. Su realismo implicaba la eliminación de elementos del cuadro, un proceso evidente en Interior holandés I y en muchas otras obras.

Tras pintar La Señora K, una obra en la que la mujer no es visible pero está presente en diversos elementos (cuello, columna, oreja, pecho, corazón), Miró explicó que su intención era crear algo realista y luego ir eliminando elementos, en un acto de revuelta anticubista, hasta eliminar el cubismo de su obra.

Función

Esta obra formó parte de una exposición que consagró a Miró como uno de los artistas más importantes del momento. Joan Miró y André Masson son considerados los representantes más destacados del automatismo surrealista.