Tipografía Grotesca
Denominadas Grotesque en Europa y Gothic en América, son de origen decimonónico. Son las primeras versiones de sans serif derivadas de un tipo egipcia, solo que en este caso se han eliminado los remates.
Las grotescas forman una familia muy amplia de tipos, dentro de los cuales se multiplican las variantes: en redonda, cursiva, ancha, estrecha, fina, seminegra, supernegra… siendo precisamente esta extensa variedad de formas, una de las características principales de las grotescas actuales.
Tipografía Egipcia
Los primeros tipos de la familia Egipcia, entran en juego hacia el año 1820, con el primer tipo la “Clarendon”. El tipo Clarendon es de rigurosa actualidad, al igual que el Egyptienne usado en fotocomposición. Ofrecen cuerpos medianos para ser usados como textos de libros.
Tipografía Sans Serif
Este tipo de sans serif está basada en las proporciones de las romanas. Algunos ejemplos de estos tipos: Gill Sans, Stone Sans, Optima.
Significó un gran paso en lo referente a las características habituales hasta entonces presentes en estos tipos.
Tramas en Diseño
La trama es la materialización compositiva de la estructura. Las formas y a su vez los módulos configuran visualmente el aspecto de la composición. Una tela es la resultante de una trama de fibras que se entrecruzan para configurar un producto concreto, de la misma manera la trama visual es el producto resultante de la interrelación de elementos gráficos y compositivos.
Estructuras Geométricas de Organización
Reflexión: Llamamos reflexión, cuando tomamos una forma y la repetimos de manera espejada hacia la dirección opuesta de un eje de simetría. Imaginemos que la forma estuviese impresa en la página izquierda de un libro y nosotros damos vuelta la misma. La reflexión sería la nueva forma que se visualizaría en la página derecha a través del papel.
Traslación: Manejando la distancia entre módulos de manera gradual, podemos infundir ritmo visual a las composiciones. Esta gradación al trasladar y repetir los módulos puede darse tanto en su posición, escala, dirección y distancia.
Rotación: Podemos diseñar a través de tramas, rotando sus módulos a partir de un centro en común, es lo que se llama una rotación radial. Los efectos logrados con este tipo de organización, tienden a guiar la vista del receptor hacia puntos muy fuertes de interés. Se generan centros focales específicos.
Tipos de Tramas
Trama regular: Las líneas estructurales o criterios de composición son rígidos y regulados matemáticamente. Las resultantes son composiciones formales y armónicas.
Trama semirregular: Las tramas semirregulares tienen su origen en una composición regular pero presentan módulos que eluden el rigor formal para ser dispuestos arbitrariamente por el diseñador.
Trama inactiva: La trama inactiva es puramente conceptual. No condiciona la apariencia externa de sus módulos ni los espacios de la composición. El diseñador sigue un criterio, pero no es explícito gráficamente.
Trama activa: De forma explícita, la trama activa, deja ver el criterio exacto de disposición de los módulos. Son también conceptuales, pero dejan su huella sobre la composición.
Trama invisible: Dentro de las tramas activas, las invisibles son aquellas en las cuales la huella estructural deja de hacerse visible. Puede ser una contrafigura o un espacio en blanco que insinúa las líneas estructurales. Las líneas no son mensurables.
Redes y Mallas
El soporte que ordena las formas modulares, y que por tanto organiza el espacio compositivo, bien sea bidimensional o de tres dimensiones, está constituido por una estructura geométrica que en el plano se denomina red. Las redes formadas por polígonos y en cuya disposición no dejan huecos sin cubrir, son llamadas mallas.
Las redes y mallas pueden ser:
- Simples, cuando están constituidas por la repetición de un único polígono, que por sus características (ya que los ángulos de unión han de sumar 360°) pueden ser triángulos equiláteros, cuadrados y hexágonos regulares.
- Compuestas, si están formadas por dos o más tipos de polígonos
Otra posibilidad compositiva es la superposición de redes, mediante la cual pueden lograrse módulos más complejos o divisiones y estructuras más o menos caprichosas.
Con el tratamiento individualizado de las formas modulares, y con la ordenación de las mismas, pueden crearse ritmos compositivos que incidan en el aspecto del movimiento, fundamentalmente atendiendo a los valores de:
- Forma del módulo (dando mayor sensación de tensión visual cuando tienen entrantes y salientes, y también cuando tienen líneas curvas en su configuración).
- Tamaño del módulo: dando lugar a los conocidos como submódulos, elementos modulares menores que proceden de la forma del mismo por subdivisión. Pueden crear la sensación de profundidad en combinación con los mayores.
- Aspecto. La diferenciación tanto de color como de textura de los diferentes módulos y/o agrupaciones incide en la apariencia final de la composición, así como en la estructuración de los distintos planos perceptivos.
- Disposición espacial, siendo especialmente interesantes las diferentes alineaciones, rectas y curvas, así como las orientaciones espaciales en forma circular y espiral. La modulación bidimensional puede organizarse disponiendo los módulos de distintas maneras: tocándose, girándolos, por alternancia o superposición, etc., proporcionando en cada caso impresiones diferentes.