La Especifidad del Ser Humano
Diferencias con los Antepasados Animales
Diferencias Bioquímicas, Genéticas y Anatómicas
Desde el punto de vista bioquímico y genético no hay grandes diferencias entre el ser humano y los antropoides: el primero tiene 23 pares de cromosomas y los segundos, que son los grandes monos antropoides, tienen 24 pares.
Las diferencias anatómicas son muy significativas y debieron de ser favorecidas por la selección natural. Las más importantes son las siguientes:
- Reducción del tamaño de los dientes y de las mandíbulas.
- La forma de la mano y su habilidad.
- La posición bípeda y erguida.
- Desarrollo del cerebro.
Diferencias de Comportamiento
El ser humano tiene los rasgos propios de la vida animal, pero además goza de los siguientes rasgos distintivos:
- Capacidad de comunicación mediante símbolos, mientras que el animal lo hace por signos naturales.
- La vida en realidad: nuestra inteligencia nos permite captar las cosas como realidades. Zubiri ha caracterizado al ser humano como animal de realidades, abierto a la realidad del mundo y a su propia realidad por inteligencia.
- El sentimiento del propio cuerpo: para lograr un cabal conocimiento de la realidad humana es necesario conocer el cuerpo. Este conocimiento lleva consigo un sentimiento, por eso al hacernos cargo de la realidad quedamos sentimentalmente afectados, adquirimos un tono vital determinado y nos sentimos impelidos a actuar voluntariamente de una forma y no de otra.
- La apertura al mundo: el ser humano es capaz de entender cosas que estén más allá de la situación en que se encuentra en el espacio y en el tiempo y por su voluntad es capaz de quererlas, es decir, está abierto al mundo, entendiendo por mundo el medio que él transforma con su acción y al que da sentido por su conocimiento y que a su vez le modifica.
- Libre albedrío: el ser humano es el único capaz de decir “no” a la satisfacción de sus apetencias instintivas y de elegir su futuro.
- La inconclusión: el ser humano nunca está acabado, siempre siente el deseo de más y de otra cosa. San Agustín lo caracteriza como un animal ávido de cosas nuevas y Nietzsche dice de él que es el único animal que puede hacer promesas.
- Ensimismamiento: el ser humano tiene un sí mismo, desde el que es capaz de orientarse y regir acciones, forjando su idea y proyectos.
- Capacidad de imaginar y la de razonar: fantasía o imaginación es la capacidad innovadora que nos permite crear proyectos e ideales.
Vida Cultural
La vida cultural es el rasgo diferencial más llamativo del ser humano. La cultura es posible por el conjunto de capacidades que no tienen los demás animales, incluso los más semejantes al ser humano. Todo ello hace que podamos hablar en él de una cultura que el ser humano ha producido como consecuencia de su vida en sociedad y que le sirve para entender el mundo en que vive, orientarse en él y actuar eficazmente para sobrevivir y desarrollarse de un modo propiamente humano. La cultura es así un instrumento o medio por el que la sociedad configura al individuo y lo hace capaz de pertenecer a ella.
¿Inteligencia Animal o Inteligencia Humana?
Desde el siglo XIX sigue discutiéndose si la inteligencia es o no una facultad primitiva del ser humano. Si por inteligencia entendemos la capacidad de modificar el medio o utilizar algún instrumento para satisfacer necesidades vitales, entonces se encuentra ya en algunos animales. Pero si por inteligencia entendemos la capacidad de aprehender las cosas como reales, o de convertir los signos en símbolos o de concebir ideas universales y abstractas, entonces solo el ser humano tiene inteligencia.
Cabe preguntar si la inteligencia humana es tan solo un desarrollo cuantitativo de lo que hace el chimpancé o existen diferencias cualitativas. La diferencia entre ellas consiste en que el animal no transciende el plano del esquema operativo estímulo-respuesta: puede responder a un estímulo mediante una modificación del medio, pero su respuesta se halla limitada a esa situación, mientras el homo habilis las utilizaba no solo para resolver la situación, sino para cualquier situación semejante, más allá de ese tiempo y ese espacio.
Experiencia del Propio Cuerpo y Conciencia Humana
Somos un Cuerpo…
Para lograr un cabal conocimiento de la realidad humana es necesario conocer el cuerpo, pero no solo las características anatómicas o extracuerpo, sino también desde intracuerpo, que modula toda nuestra vida psíquica, el pensamiento y la volición. Es necesario tener en cuenta el sentimiento del propio cuerpo. Toda sensación lleva consigo un sentimiento y adquirimos un determinado tono personal.
Por eso, quedarnos sentimentalmente afectados en nuestro tono vital nos sentimos impulsados a responder determinando voluntariamente nuestras acciones. Hay una unión estructural entre las tres vértices del ser humano:
- Inteligencia en el orden de los sentidos.
- Sentimiento en el orden de los afectos.
- Voluntad en el orden de las tendencias.
…y una Conciencia
El ser humano es un sujeto, porque es un alguien que actúa, un quien que responde y un yo que vuelve sobre sí y es capaz de preguntarse. La capacidad de volverse sobre sí mismo recibe el nombre de conciencia humana. Todos los seres vivos tienen una conciencia que es la capacidad de recibir información del medio que les rodea y de sí mismos. El ser humano, gracias a esto, percibe la realidad de las cosas, de su significación y de las posibilidades que ante él se presentan. La conciencia humana tiene dos funciones: una realidad propia y mantener la continuidad del yo.
La conciencia individual se transforma así en una conciencia personal.