Introducción
Tras la desintegración del imperio almohade, el caudillo de Jaén, Muhammad Ibn Nasr, se levanta como líder en 1237 y funda la dinastía nazarí en Granada. Tras la conquista del Guadalquivir por Fernando III, el reino nazarí llevaría a cabo una política de vasallaje y alianzas con monarcas castellanos basada en una sumisión tributaria y continuos enfrentamientos manteniéndose hasta 1492 cuando son expulsados. La dinastía nazarí practica un arte refinado y autosuficiente.