Introducción
En el siglo XVIII, España se encontraba inmersa en el Antiguo Régimen, caracterizado por una sociedad estamental (privilegiados y no privilegiados), un sistema económico de base rural y señorial, y una monarquía absoluta. La llegada de la dinastía de los Borbones significó la consolidación del absolutismo monárquico y la implementación de una política centralizadora. Al mismo tiempo, el siglo XVIII fue un periodo de transformaciones en Europa, impulsadas por el pensamiento Sigue leyendo