Caída de Primo de Rivera y Advenimiento de la Segunda República
La hostilidad hacia el catalanismo y la concesión de privilegios a la Iglesia en la enseñanza universitaria provocaron importantes respuestas sociales. Ante la falta de apoyos explícitos, el dictador Primo de Rivera dimitió el 28 de enero de 1930 y se exilió en París, donde murió dos meses más tarde.
Para sustituir a Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII encargó al general Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno. Sigue leyendo