Introducción
En el siglo II a.C., Roma conquista Grecia y los reinos orientales helenísticos. Su expansión territorial y comercial avanza por el norte de África y el Mediterráneo occidental. Tres vínculos unifican su cultura: una lengua común (el latín), una normativa jurídica (el Derecho Romano) y una arquitectura universal al servicio del Estado.
El pueblo romano, más práctico y menos artístico que el griego, sigue los modelos artísticos griegos, sobre todo los de la época helenística. Sigue leyendo