El Neogongorismo y la Influencia del Surrealismo
El neogongorismo permitió a Miguel Hernández elevar a categoría poética lo humilde, lo cotidiano, e incluso lo rastrero y zafio. Su segundo viaje, en 1934, le puso en contacto con los poetas del 27 y con Pablo Neruda, lo que propició una aproximación al Surrealismo.
El rayo que no cesa (1936): Un Punto de Inflexión
1936 fue un año crucial: la elegía a Ramón Sijé, el reconocimiento público y el elogio de Juan Ramón Jiménez marcaron este Sigue leyendo