1. El reinado de Felipe III
Con Felipe III se inició la costumbre del valimiento
El monarca concedió las riendas del gobierno a un noble de su entorno, el Duque de Lerma. La apatía del rey por los asuntos de gobierno le permitió acumular altas cotas de poder. Aprovechando su privilegiada situación en la corte, atesoró una enorme fortuna. Su enorme poder quedó demostrado al conseguir el traslado de la capital a Valladolid, aunque solo durante un corto periodo de tiempo.