Trayectoria Poética de Miguel Hernández
En marzo de 1934 viaja por segunda vez a Madrid, comienza una nueva etapa en la que se introducirá en la intelectualidad de la capital y se alejará del ambiente oriolano, que provocará una crisis personal y poética de la que saldrá su voz genuina. Tomará contacto con Alberti, Neruda, etc. En 1935 escribe El Rayo que no cesa y será un año muy fructífero: conoce a Aleixandre, cuyo poemario La destrucción o el amor será su libro de cabecera; colabora Sigue leyendo