Introducción
Tras la crisis de Cuba, los partidos dinásticos intentaron reformas pero carecían de líderes sólidos. La muerte de Cánovas y Sagasta dejó al Partido Conservador y al Partido Liberal sin una dirección clara. Esta situación, sumada a la llegada de un nuevo rey y a los problemas económicos, generó una gran inestabilidad gubernamental. La oposición, por su parte, ganó influencia, mientras que Alfonso XIII, de quien se esperaba que liderara la regeneración, adoptó una actitud Sigue leyendo