Cuando Laureana le vendió a Petronius una parte separada de su propiedad originaria le reconoció el derecho a acceder en coche a través de su finca, ya que el trozo adquirido por Petronius no tenía acceso directo a una carretera pública. Pasado un año Laureana descubre que Petronius no solo transita por su finca, sino que incluso aparca de forma estable en su propiedad. Laureana considera que Petronius se ha extralimitado de manera clara, ya que en el contrato de compraventa nada se decía Sigue leyendo