Introducción
Si el reinado de Isabel II significó la consolidación del liberalismo censitario y conservador, la nueva etapa supone el intento de implantar el liberalismo democrático. Tras la caída de Isabel II, el gobierno provisional de 1868 se produjo en una crisis económica de especial intensidad que produjo insurrecciones campesinas y obreras. El deseo de la burguesía baja y las clases populares de participar en la política progresista, demócrata y republicana, unió su oposición al Sigue leyendo