CANTO VI El adivino Héleno, cuando decaía en huida el ejército troyano, exhorta a Héctor para que haga un sacrificio público a Atenea en la fortaleza (1-101). Así pues, él, habiéndose reanudado la lucha rápidamente, marcha a la ciudad; en este combate, Diomedes y Glauco, jefe de los licios, encaminándose al lugar de la lucha, antes de llegar a las manos, habiendo recordado la hospitalidad de sus padres, hacen el cambio de las armas y unen sus diestras (102-236). Hécuba y las demás matronas, Sigue leyendo →