Las guerras carlistas
no consistieron en el País Vasco en una reivindicación de carácter nacional sino una confusa ideología en la que se entremezclaba el integrismo religioso, la reacción absolutista, la defensa del sistema foral y la conservación del régimen señorial de la propiedad de la tierra. La mejor defensa contra cualquier novedad la veían los carlistas en el absolutismo monárquico como fundamento de la sociedad estamental y de sus privilegios. Por otra parte, el liberalismo Sigue leyendo